Arcángel Zadquiel : Quien es, color, sello, significado y mas

El Arcángel Zadquiel es uno de los ángeles pertenecientes a la milicia del reino de los cielos. Es un benevolente representante de la libertad y la misericordia, nos libra de las ataduras que no nos permiten crecer y evolucionar en la vida terrenal. Es el encargado de la importante misión de inspirar los sentimientos de perdón en todos los seres humanos.

Indice

¿Quién es el arcángel Zadkiel?

Se dice que Zadquiel pertenece al grupo de los arcángeles de mayor importancia en el cielo. Hace parte de las espiritualidades conocidas como «los ángeles de la presencia», es decir, que goza de la virtud de poder estar ante la presencia de Dios.

Es considerado uno de los guardianes que resguardan los archivos y registros de las vidas pasadas de las almas individuales y de los registros de los grupos conformados por los humanos en cada comunidad. Es por eso, que tiene la potestad de ayudar para superar las cargas kármicas que arrastra cada encarnado, influenciándolos de forma espiritual y dirigiéndolos para la comprensión y aceptación de «la ley del perdón».

Zadkiel es un destacado guerrero, combate bajo el liderazgo del arcángel Miguel y al lado del arcángel Jofiel en las batallas contra los espíritus malévolos y los ángeles caídos. Se le asocia con el planeta Júpiter. En los estudios de la metafísica, se le atribuye la destacada función de dirigir a «los ángeles violetas» cuya misión se basa en transmutar las energías negativas mediante la propagación de la llama violeta.

¿Cómo se manifiesta?

El arcángel Zadquiel se manifiesta a través de los sueños haciendo uso de su rayo de color violeta. En la mente y sentimientos de los seres humanos se manifiesta en la alegría. También, inspirado acciones de justicia, de misericordia y de perdón, o ayudando a superar los eventos difíciles. Mediante las meditaciones se presenta como una llama de color morado intenso y brillante.

Su día

Su día es el sábado. La fiesta en su honor se celebra los días 29 de septiembrede cada año, día de todos los ángeles, debido que no posee una festividad en particular.

Su color:

El color del arcángel Zadquiel es el violeta. También puede utilizar todas las tonalidades del morado, hasta el lila. Las velas violetas que se le encienden funcionan muy bien para atraer el perdón y la transmutación.

El sello del arcángel Zadquiel:

El sello de este arcángel atrae los nuevos proyectos. Estimula el descubrimiento de caminos desconocidos, ayuda a encontrar el camino correcto para conectarse con el destino de cada individuo. Este sello representa el renacimiento del alma, el ser más genuino, la conexión con la armonía que trasmite el amor y el perdón.

Chackra que gobierna el Arcángel Zadquiel:

Zadquiel rige el chackra que corresponde al asiento del ama, que está ubicado en el medio del pecho, donde fluyen las energías más sublimes, como: la compasión, la fe, y el amor incondicional. .

Su código sagrado:

El número 389 representa el código sagrado de este arcángel.

¿Cuál es la piedra o el mineral de este arcángel ?

El mineral con el que vibra este arcángel es la amatista. Esta piedra es excelente compañera para realizar poderosas meditaciones. Atrae el equilibrio, la paz, la relajación; contribuye con la liberación de energías negativas; y estimula el óptimo desarrollo de los procesos emocionales.

Atributos

Su principal atributo es una daga. Este elemento representa la fuerza y ferocidad que posee Zadquiel como guerrero que lucha contra los espíritus oscuros, pero también es una herramienta que simboliza poderes espirituales, misterios, la voluntad colectiva, rupturas, cambios, la misericordia y la liberación.

Significado

También es conocido por los nombres de: Tzadqiel, Hesediel, Chesediel, Sachiel, Zedekiel, Zadakiel, y Zedekul. La traducción de su nombre significa: «justicia del Señor, o gracia de Dios». En la cultura rabínica es llamado Hashmal o Zacharael, y reconocido como el ángel patrono de la misericordia.

Imagen del arcángel Zadquiel

La imagen representativa del arcángel Zadquiel suele mostrarlo con rasgos hermosos, portando sus alas muy abiertas, extendiendo sus brazos al cielo en señal de invocación y envuelto en un brillante rayo de luz violeta. También puede portar una daga o espada.

Atribuciones o poderes del arcángel Zadkiel

Zadquiel tiene la virtud de inspirar en los seres humanos sentimientos de: liberación, compasión, misericordia, caridad, benevolencia, transmutación, tolerancia, transformación, y la sanación de sentimientos dolorosos. También se le atribuyen las siguientes cualidades:

Posee la potestad de disolver los recuerdos.

Es el guardián del Karma. Limpia las almas de las vidas anteriores.

Puede ayudar a sanar las marcas emocionales en las comunidades, producto de las luchas entre naciones y grupos étnicos.

Tiene potestad sobre la inspiración que estimula al hombre a realizar la redacción de leyes, estatutos, políticas fiscales y económicas, y acuerdos de paz.

Tiene la misión de transmutar almas. Intercede para que sean perdonadas, siempre que sean almas justas y honestas.

Su naturaleza vibra a la perfección con la justicia. Se le reconoce como «el arcángel de la equidad».

Tiene la virtud de vivir y manifestarse mediante la alegría del ser humano.

¿Cómo se atiende?

El Arcángel Zadkiel al igual que muchos de los ángeles, es atendido utilizando inciensos de olores florales, y sobre todo mediante el uso de llamas de velas de color violeta que atraen la energía de la trasmutación, propia de este arcángel. Las copas o recipientes de cristal llenos de agua fresca y los cristales, tampoco le pueden faltar.

¿Qué se le pide?

Al arcángel Zadkiel se le solicita su ayuda en las siguientes situaciones:

Se pide su intervención para que su energía nos estimule a continuar, derrotar el pesimismo y los sentimientos de fracaso, impotencia y desesperanza.

Puede ayudarnos a superar recuerdos traumáticos o dolorosos.

Para que nos ayude a lograr buenas negociaciones.

Propiciamos su energía para transformar los estados de tristeza en alegría.

Es excelente guía y consejero para hacer cambios y tomar decisiones.

A Zadquiel se le pide cuando deseamos tener la oportunidad de experimentar una vida diferente, y cuando estamos en la búsqueda del equilibrio y la paz.

Se invoca cuando hemos perdido el camino, no sabemos qué rumbo seguir; cuando estamos confundidos, y necesitamos recordar nuestra verdadera esencia.

Puede ayudar a superar problemas con los vicios, liberar resentimientos; ayuda a sanar heridas emocionales y a alcanzar claridad y paz mental.

Se solicita su contribución para terminar de alcanzar las metas añoradas.

Su energía se puede invocar para poder comprender las situaciones que nos abruman.

A el arcángel Zadquiel se le pide su intervención para liberarse del karma de nuestras vidas pasadas o de nuestros antepasados.

Su intervención es muy efectiva para trasmutar malas energías a través de la llama violeta.

El arcángel Zadkiel en diversas religiones

En la cultura Judía, es identificado como un integrante del orden de los «Hashmallim», lo que se conoce en la angeología como el orden de los dominios o dominaciones celestes, además, es considerado el líder de ese coro.

En la cábala, en los escritos de Maseket Azilut del siglo XIV, se indica que en compañía del arcángel Gabriel, Zadkiel preside la orden angelical de «los Shinanim», aunado a ello, se le atribuye la cuarta posición en el Sephirot, que le otorga la potestad sobre la misericordia.

Zadquiel siendo el ángel de la misericordia, se interpreta que es el mismo ángel señalado en la Biblia como «el ángel del Señor» que evita que Abraham sacrificara a su hijo, Isaac. Esto también explicaría que utilice como símbolo que lo identifica una daga.

Otras interpretaciones de los textos sagrados consideran que Zadkiel es un querubín. Así mismo, se cree que es un poderoso guerrero y defensor del reino de los cielos. Tuvo participación activa durante el enfrentamiento de todos los ángeles en defensa de los parámetros establecidos por el Creador, suceso en el cual, recibió su espada sagrada por parte de Dios Todopoderoso, convirtiéndose en uno de sus más fieles representantes y seguidores.

Es reconocido y honrado por las Iglesias anglicana y ortodoxa copta, y por el anglocatolicismo.

Oración del arcángel Zadquiel

«Oh sagrado ángel de la misericordia. Bendecido arcángel Zadkiel, hoy me atrevo a invocar tu presencia en el nombre de Dios nuestro creador.

Por las sagradas virtudes con las que fuiste envestido y por la bondad con la que miras a todos los seres vivos que buscan la redención de sus errores, el perdón de sus pecados y la superación de su pasado, yo me atrevo a pedir tu ayuda.

En este momento mi alma clama una oportuna transformación, para dejar atrás antiguas creencias que tantas penas me han causado, para borrar de mi corazón el resentimiento que me llena de pena, y las decepciones que no me dejan evolucionar. Cierto es, que ya no deseo vivir en tristeza y ansío que en mi vida entre la paz.

Tú, como conocedor de la verdad y la justicia, pues desde el cielo observas todo por cuanto he pasado, sabes que camino por los valles de desánimo, más de ahora en adelante pretendo que no sea así.

Por eso, invoco tu luz, tu energía, tu bondad, y tu llama violeta. Que la trasmutación de todo este peso del pasado quede en el olvido (hacer petición) y que en mi vida pueda asentarse la motivación, la tranquilidad y la felicidad para alcanzar mis objetivos.

Seguro estoy como criatura de Dios que no vine a este mundo a sufrir, es por ello que tengo la certeza de que mi ruego será escuchado por ti, ángel bendito, y que en tu fortaleza me he de ver libre de todo cuanto hoy me aqueja. Que así sea, así es, así será. Gracias, gracias, gracias. Amén».

Ritual de sanación con el arcángel Zadkiel

Este ritual se realiza para activar las buenas energías, la limpieza, la depuración y atraer cambios positivos a la vida de las personas. Se recomienda realizarlo por la mañana al despertar. Elementos necesarios:

Una vela o velón violeta.

Incienso del olor de su preferencia.

Un plato de color blanco.

Puede realizar este ritual en el lugar que desee y donde se sienta más cómodo. Sobre el plato colocará la vela y un incienso. Luego de encenderlos a su lado, se dispondrá a realizar una profunda meditación cerrando sus ojos. Es importante concentrarse en la respiración. Inhale y exhale, prestando atención solo a esa actividad para ir olvidando todo a su alrededor, disminuyendo la importancia de todos los sonidos. Cuando logre alcanzar la calma, comenzará a visualizar un rayo de luz violeta frente a sí mismo, y dentro de su brillante resplandor encontrará al arcángel Zadkiel. Encima de su cuerpo, una llama violeta se acerca lentamente hasta envolverle por completo. En ese momento y en completa paz llamará al arcángel Zadkiel para contarle lo que le preocupa y le aqueja.

Una vez desahogadas sus preocupaciones o tristezas, visualizará como son atrapadas en esa llama que le envolvía y se alejan lentamente de usted. Es allí, donde encomendará a Zadkiel que sean trasmutadas todas esas malas energías y sean transformadas en bendiciones. Mientras respira imagina que inhala paz, amor, reconciliación, armonía y todos los sentimientos que desea experimentar en su vida.

Esto lo realizará por el mayor tiempo que le sea posible, activando de esa forma las vibraciones del arcángel Zadquiel en su cuerpo físico y espiritual y propiciando que se acentúen las energías invocadas. Al finalizar y antes de abrir los ojos agradecerá la presencia del ángel y la bendición de Dios.

Al abrir los ojos realizará la siguiente afirmación: «He recibido, por la intervención de Dios Supremo, una carga de energía violeta llena de misericordia y de bondad. He sido testigo como se aleja de mi vida todo aquello que me hace mal. Es por eso que a partir de ahora en adelante, nada de eso que antes me aquejaba, me podrá afectar. El arcángel Zadquiel ha obrado en mí, y su llama violeta ha trasmutado de mí cuerpo físico y espiritual todo lo que no me permite conectarme con mi destino, trascender y evolucionar. Por lo tanto, estoy listo para comenzar mi día con gratitud, respeto, amor y fe. Gracias, gracias, gracias. Amén».