Oración a la Santísima Trinidad para adoración, agradecimiento, pedir salud y mas.
La oración a la Santísima Trinidad es uno de los rezos más especiales que existe, pues, invoca la bendición de Dios Todopoderoso en toda su expresión. Por lo tanto, al ser una oración que clama a la más alta autoridad celestial, suele traer el alivio, la paz, la tranquilidad y el amor que los devoto necesitan en los momentos más difíciles.
«Dios Todo Poderoso, tres personas una sola naturaleza. Santísima Trinidad, energía pura y perfecta que nos ha bendecido con la gracia de la vida. Ante ti, postrado ruego que me cubras con tu manto de luz, para protegerme e iluminar los caminos de este tránsito terrenal.
¡Oh Santísima Trinidad! Presencia de Dios misericordioso cuyo amor es eterno, te imploro que me resguardes y me protejas. Bendice también a mis seres queridos, y a todo el que bien me haga. Permite Padre Eterno, que tu compañía nos guíe durante esta vida, hasta el momento en el que tengamos que volver a tu presencia. Fortalece entonces, nuestras almas para que nos alejemos del pecado de la mejor forma posible, logrando la gracia de merecer algún día tu perdón y la gracia de estar a tu lado en el reino de los cielos.
¡Oh Santísima Trinidad! Tu amor es tan inmenso, que la sangre del hijo fue derramada para el perdón de nuestros pecados, una muestra más de que la salvación es lo único que aspiras para tus criaturas. Suplico entonces, que en nombre de esa purísima sangre sean purificadas en Cristo las causas más dolorosas que atravesamos tus hijos más fieles (hacer petición).
A la bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo me encomiendo, porque a pesar que me has bendecido con el libre albedrío son tus pasos los que quiero seguir, tus enseñanzas me indican el camino por el que he de volver a ti, y en tu palabra encontraré todas las soluciones a mis males.
¡Oh Santísima Trinidad! Principio y fin de toda la existencia, ante ti siempre he de permanecer sumiso, pues adorarte es lo mínimo que puedo hacer en agradecimiento por tus incontables bendiciones para con nosotros, tus hijos. Para ti, Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo es todo el honor y toda la gloria por la eternidad y hasta el fin de los días.
¡Oh Santísima Trinidad! A tus pies reposa toda mi fe, pues mi confianza te he entregado de corazón y con los ojos cerrados, pues solo tu deseas el bien absoluto para tus siervos. Suplicante te pido que me liberes de todo mal, de los obstáculos que no pueda librarme, cuídame de toda amenaza, de las injusticias, de las injurias, y no permitas que viva necesidad ni miseria.
¡Oh Santísima Trinidad! Clamo por tu piedad, pues tu ayuda es una muestra de tu magnificencia. Acompáñame buen pastor, pues soy una oveja fiel de tu rebaño. Guíame por buenos senderos, abastéceme ante las dificultades. Fuente infinita de bondad y sabiduría, cúbreme con tu conciencia divina, para que mi proceder sea el más indicado para gozar siempre de tu bendición.
Gracias te doy Dios mío, Padre eterno, pues tu bondad siempre está dispuesta para mí, porque tú eres clemente y generoso, siempre estás para mí. No me abandones en mis luchas del día a día. Sé mi escudo de los enemigos que puedan hacerme mal y líbrame de los espíritus demoniacos que vagan por la Tierra en búsqueda de la perdición de las almas.
Gracias Santísima Trinidad, pues eres el alivio de mi alma, el pan de mi hambre, el agua de mi sed, la paz en mi angustia, y la respuesta a todas mis necesidades. Junto a ti, he de encontrar y mantener la armonía y la felicidad de mi existencia. No permitas que ande por valles de oscuridad y perdición, ilumina por siempre mis pasos con el resplandor de tu inmaculada luz.
Que se haga tu voluntad hoy mañana y siempre, en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo, tres personas, una Santísima Trinidad, por los siglos de los siglos. Así sea. Amén».
Rezar un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.
¿Qué es la Santísima trinidad?
La Santísima Trinidad es el dogma principal con el que se define la naturaleza de Dios en el cristianismo, o por lo menos, en la mayoría de las iglesias cristianas. Según este credo, Dios es una entidad única, cuya existencia está dividida en tres personas distintas representadas por: Dios Padre, Dios Hijo y el Espíritu Santo.
A ellos se les conoce como «La Trinidad», siendo la figura central de la religión cristiana. Es necesario insistir que bajo esta premisa Dios es las tres personas, es decir, que no existen tres Dioses, Él es uno solo transfigurado en tres entidades igualmente eternas, increadas y omnipotentes. Por lo tanto, Dios se revela a sí mismo, como una comunión de personas a través de la Trinidad.
¿Cómo rezarle oraciones a la Santísima Trinidad?
Esta es una oración altamente poderosa y milagrosa. Evidentemente, al rezar al gran poder de Dios es necesario hacerlo con mucha solemnidad, con respeto, y cargados de mucha fe. Además, las peticiones que se realizan mediante estos rezos deben ser verdaderamente importantes, pues suponen la invocación de las más altas energías universales en nuestra ayuda.
La manera más recomendable para rezar esta oración a La Santísima Trinidad, es hacerlo con mucha calma, atrayendo la paz y la serenidad que se hará presente en lo que comencemos a clamar la bendición de Dios en todas sus representaciones. Puede ser utilizada a diario y en cualquier momento del día sin restricción alguna, pues como bien sabemos, Dios siempre está dispuesto a escucharnos.
Oración milagrosa a la Santísima Trinidad para pedir por la salud
«La bendición de la Santísima Trinidad, Dios Trino, Padre, Hijo y Espíritu Santo, en ti creo, tu gracia aguardo, hoy y siempre en ti confío. Padre Creador que has hecho a tu imagen y semejanza al hombre, nos has llenado de tu amor y tu misericordia, y nos has traído a esta Tierra para ser felices, no para sufrir, a ti entrego mi causa de sanación para aplacar esta desdicha, esta angustia y este dolor que me embarga (hacer petición).
Dios Hijo, cúbreme con tu sangre de salvación para hallar en ti la redención de mis pecados y la vida eterna. Espíritu Santo séllame, cuídame, protégeme, sáname, libérame, y guárdame, con salud en el alma y el cuerpo, para que libre de enfermedades, y sufrimientos pueda servirte hoy y siempre. Amén».
Oración a la Santísima Trinidad para casos difíciles
«Con la bendición de la Santísima Trinidad, Dios mío, en tu nombre clamo siempre la solución de las angustias que me acontecen. Pues, para ti es todo el honor, y toda la gloria, por eso te alabamos todos los hijos de la creación.
He aquí un humilde hijo tuyo Dios Trino, que con el corazón abierto se entrega a ti en nombre de la fe, pues mi devoción está llena de confianza, porque en ti encuentro todo lo que necesito, tú todo lo puedes, todo lo sabes y, por tanto, a tus pies, y solo a tus pies me he de ver libre de todo mal, serán vencidos todos los obstáculos que me atormentan, triunfaré sobre las adversidades y sortearé los peligros, siendo mis necesidades satisfechas, pues mi Padre nunca me abandona.
Dios Hijo, Cristo Redentor, eres tú el Buen Pastor, cuidas de tu rebaño, nosotros, los hijos del mundo suplicamos por la intercesión de la Virgen María, para que mediante su auxilio sean tomadas en cuenta nuestras súplicas y atendidos nuestros asuntos más difíciles.
Glorifico al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo, fuente de vida, de misericordia y de bondad eterna. Obra sobre mí con tu inmensa caridad, para que pueda gozar de la dicha de tu compañía, y en tu piedad pueda solucionar las desdichas que tanto me angustian y me desesperan (hacer petición). Solo tú Padre, puedes calmar mi desesperación, en tus manos dejo la asistencia ante esta dificultad que atravieso ahora mismo.
Gracias Santísima Trinidad, pues a tu lado he caminado durante los mejores y los peores momentos de mi vida, no he estado solo, pues tu compañía me fortalece, y en la fe, mi corazón y mi alma encuentran refugio. No me dejes perecer, cólmame con tu influencia para poder vivir bajo tus enseñanzas durante las luchas diarias. No permitas que mis contrarios canten victoria sobre mí, y protégeme ante toda adversidad.
Te alabo desde los más profundo de mi ser Santísima Trinidad, eres claridad que todo lo ilumina, eres el gozo pleno, la armonía de la vida y la alegría de nuestros corazones. Gracias Padre amado, Hijo adorado, glorioso Espíritu Santo, pues en ti encontramos la paz, el auxilio y la calma para enfrentar mis problemas.
Y a ti, Madre María Siempre Virgen, Reina y Señora Celestial, Abogada abnegada de los hijos de Dios, te suplico que intercedas ante el Creador para que con seguridad mi plegaria sea escuchada, atendida y materializada cuanto antes, pues eres tú, la magnifica representación de los milagros del Señor. Que tu bendición, así como la de la Divina Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, me acompañe hoy y siempre. Amén».
Contra enemigos males, peligros y todo mal
«Con la bendición de Dios Padre, Dios Hijo, y Espíritu Santo. Me encomiendo en cuerpo, mente y alma a la Santísima Trinidad. Yo un humilde y ferviente devoto del amor de Dios me declaro bendecido por conocer de la salvación que nos has otorgado con tu inmensa y profunda misericordia.
Santísima Trinidad, te imploro que no permitas que mi alma sufra los ataques de la maldad que ha sido repartida por los demonios que vagan por el mundo. Protégeme del desaliento, anímame con tu soplo, y aviva la llama de la bondad y la caridad que me has enseñado con tantas bendiciones.
Protégeme en todo momento te lo pido, resguárdame de mis enemigos, y de los falsos amigos, de las traiciones, de las injusticias y de cualquier ataque que pusiese perjudicarme. Siempre que cuente con tu compañía estaré a salvo, no me desampares bajo ninguna circunstancia. Pues en todo momento camino agradecido elevando siempre mi plegaria de alabanzas en nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, en quien creo, a quien aguardo, y a quien amo profundamente. Cristo vence y de todos los males nos protege. Así sea. Amén».
Oración a la santísima trinidad y las tres divinas personas
«Dios mío Todopoderoso, Dios Trino, Padre Hijo y Espíritu Santo, a su bendición me apego y me avoco.
Santísima Trinidad, muestra de la magnificencia de Dios, tres divinas personas que gozan de una verdadera esencia. Ante ti me postro lleno de fe en tu existencia, en tu palabra y en la plenitud de tu amor.
Imploro con humildad la protección y el auxilio de la Santísima Trinidad. Que su bendición no deje nunca de bendecirnos, de librarnos de toda maldad y peligro inminente, nos sane de las enfermedades y reconforte nuestro cuerpo, mente, corazón, y espíritu.
Con la bendición del Padre, de Hijo y del Espíritu Santo, todo el que se levante en mi contra será derrotado, pues Dios cuida a los justos, y nos salva de las infamias del demonio y sus representantes en la Tierra.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, con la túnica sagrada de Cristo me envuelvo, me sello y me protejo de toda oscuridad, de toda angustia, desesperación, obstáculo, vicisitud, por eso no caeré vencido ni la adversidad me ha de perjudicar.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, la Santísima Trinidad me acompaña, me resguarda y de todo lo que pueda dañarme me ampara. Me saca de los lugares de donde no debo estar y me provee de lo que realmente necesito tener. Por eso, a tu voluntad me entrego, Santísima Trinidad, pues tengo la certeza que colocarás solo las personas apropiadas a mi lado, para mi crecimiento personal y espiritual. Tanto la dicha como la tristeza tiene un propósito en tu planificación perfecta.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, me entrego a la Santísima Trinidad, pues no encuentro otro agradecimiento más apropiado para tan magnifica bondad recibida por el Dios Padre desde el reino de los Cielos, por la vida, la salvación, el amor, y el socorro infinito que me ofreces cada día.
En tu nombre ofrezco cada aliento de mi vida todos los días, porque es una muestra de tu grandiosidad. Dispuesto estoy para agradar a tus enseñanzas y a tu voluntad. Agradezco con mi propia mi vida por lo feliz que me encuentro de disfrutar de tu promesa.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, las tres divinas personas por siempre eternas, agradezco infinitamente, y honro por siempre, alabando a Dios en su perfección y en su incalculable misericordia. Guárdame a tu lado hoy, mañana y siempre Señor. Amén».
Rezar un Padre Nuestro, un Ave María, un Credo y un Gloria.
Oración de adoración a la Santísima Trinidad
Para comenzar se deben rezar las oraciones del Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.
«Yo te adoro, Dios Todopoderoso, Rey de Reyes, hasta el reino de los cielos, Padre Inmaculado, a ti ofrezco mi infinito agradecimiento, alabando ante ti a la santísima Virgen, escogida por ti debido a su gracia, digna representante de todas las virtudes y los privilegios con que la premiaste por su abnegada fe y obediencia, en especial, por aquella gracia con que la enaltecisteis en su piadosa ascensión a los cielos».
(Rezar un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria)
«Yo te adoro, Hijo Eterno, cordero de salvación, ascendido hasta el reino de los cielos, Piadoso y Redentor, el agradecimiento y la adoración sea contigo por los siglos de los siglos. Gracias le doy una vez más en nombre de la inmaculada siempre Virgen, tu purísima Madre, por todos los dones y la gracia con que la envestiste, especialmente por esa excelsa sabiduría con que la colmaste en su gloriosa ascensión a los cielos».
(Rezar un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria)
«Yo te adoro, Espíritu Santo, consolador misericordiosos, fuerza y energía de vida, gracias eternas te doy en nombre de la Virgen María, afectuosísima esposa, virtuosa de los dones y privilegios con que la engalanaste, en especial por aquella incorruptible caridad con que se llena su santo y puro corazón a partir del glorioso momento en el que realiza su ascensión al cielo. En nombre de esa infinita bondad que la caracteriza, con mucha humildad me atrevo a suplicar que mediante su intervención pueda ser otorgado el perdón de los pecados que he cometido hasta ahora, de los cuales me arrepiento de corazón, pidiendo perdón cargado de arrepentimiento, y comprometido con el verdadero propósito de resistirme a la tentación del pecado en adelante, para no faltar a los divinos preceptos que me enseñó su majestad. Más a la intervención de la Santísima Madre me entrego en su protección, abogada nuestra ante el trono de los cielos, en sus manos encomiendo que sea alcanzada la indulgencia que suplico en mi nombre, esperanzado en que me sea concedida la providencia que pueda salvarme, y conducirme hasta el Señor.
(Rezar un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria)
Oración a la Santísima Virgen
Te reconozco y te venero, Virgen purísima, castísima y santísima, señora de los cielos, patrona de la fe en Cristo, tu hijo por la gracia divina de Dios. Hija del Padre, Madre del Hijo, y Esposa del Espíritu Santo. Ante su misericordia consagrada por la bondad de su inmaculado corazón y la gracia de Dios, postrado a sus pies imploro su caridad, pues desde tu ascensión a los cielos fuiste impuesta de ella. Madre Santísima, te suplico que me guardes hoy y siempre bajo tu protección y amparo, desde este momento hasta el día en que sea llamado a los pies del creador, donde tu divina presencia me acompañe y abogue por el perdón de mis pecados, pues cual siervo del Señor a ti me he encomendado sin duda alguna, porque tengo la más absoluta fe que no abandonas a los hijos de Dios. Te ofrezco entonces, excelentísima Señora, mi humilde corazón, mi fe, mi amor y toda mi disposición para seguir las enseñanzas del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Fortalece mi voluntad te imploro, para que pueda ser un buen hijo de Nuestro Señor y logre honrar su nombre para mayor beneplácito tuyo, enorgulleciéndote y adorándoles por su gloria infinita, por los siglos de los siglos. Amén».
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Agradecimiento a la Santísima Trinidad
«A la Santísima Trinidad alabo hoy y por siempre. Tú que representas el absoluto poder y el amor perfecto del universo. Tus manos benditas son utilizadas únicamente para ayudarnos en nuestra vida.
En este ahora te glorifico, por todas las cosas buenas con las que nos has ayudado, proporcionándonos todo lo necesario para vivir, comenzando con nuestra mera existencia. Tu misericordia es tal, que te ocupas tanto del cuerpo, como de las almas de todos sus hijos.
Saber de la existencia de tan perfecta persona, encarnada en tres divinas personas, Padre, Hijo, y Espíritu Santo, nos hace tener la certeza que estamos protegidos y resguardados los hijos del Señor. Pues, tu sagrado amor no nos desampara, y tu misericordia siempre está dispuesta para todos los seres de tu creación.
Te agradezco y te glorifico Santísima Trinidad, porque sin tu compañía estaría perdido en este mundo de tentación, de pecados y de tantas sombras, pero en ti he visto la luz, y tu inspiración me hace fuerte para luchar a diario con las asechanzas del mal y todas sus perversiones. Ante ti me postro reafirmando mi fe en ti y mi fervor me mantiene vivo y con ganas de ser cada día mejor, todo esto es gracias a tu magnífica presencia. Es por ello que hasta el último día de mi vida he de adorarte, y cuando llamado sea a tu presencia, por siempre he de agradecerte. Amén».