Yemaya: Orisha del Mar y madre del Mundo

Yemaya

La adoración a la Orisha Yemaya se desprende de las tradiciones de la Nación Yoruba. Inicialmente ubicada al suroeste de Nigeria, África. Sus prácticas, cuentan con un complejo sistema religioso que se ha difundido a través de la diáspora yoruba, originalmente, ocasionada por la colonización de sus territorios, la cual, dio origen a la práctica conocida como Regla de Osha-Ifá (también llamada popularmente, Santería) en el continente americano.

Dentro de la santería, Yemaya, es una Orisha (deidad) cuyo simbolismo revela gran importancia durante la creación. Ella es la expresión terrenal del principio uterino, o genitor femenino, gracias al cual, se origina la vida. Unos de sus símbolos fundamentales son «sus senos», considerados íconos de la abundancia que emana de la Orisha, en todos los sentidos de la existencia.

A través de sus pechos, Yemaya representan el proceso de nutrición que, además de fomentar una conexión primordial que vincula al hijo con la madre, también se relaciona con el intercambio energético que realizan los seres humanos con la madre tierra, mediante la lactancia.

Esto evidencia que, Yemaya, al igual que las Orishas Oshun, e incluso Oya, guardan una profunda relación con las madres ancestrales y, por ende, con todo lo relacionado a la maternidad. Ifa Orilana Aworeni Odumola Sowunmi manifiesta en su libro La naturaleza de los Orisas, que:

«Yemaya es un Ebora que posee los misterios de Oduwa, por ser ella una manifestación Gelefun» (p.182).

Esto quiere decir, que tiene un segmento de la energía cósmica y terrenal que emana de la contracción, porque es el principio activo de carácter femenino y de las madres ancestrales. Por lo cual, sus sacerdotisas son sumamente valoradas para formar parte de la comunidad Gelede (una secta secreta que resguarda celosamente el misterio de las madres ancestrales, que se encuentra ligado al culto de las Iyami Oshoronga).

Ahora bien, la importancia de Yemaya como «Madre de todos, o Madre de todos los Orishas» es un concepto que cuaja por completo durante la diáspora y el establecimiento de las reglas de Osha en Cuba y que responde de manera inmediata ¿Quién es Yemaya? Evidentemente, su identidad natural esta relaciona con la maternidad por las razones que se han expuesto anteriormente, es decir, para el yoruba primigenio, no cabe duda de su relevancia con respecto al proceso de gestación, o al proceso de nutrición que permite absorber los elementos que provee la tierra para que se pueda subsistir.

¿Quién es Yemaya?

Incluso, esto explica porque se entierra a los muertos. Desde esta perspectiva, enterrar a los difuntos en la tierra, y su descomposición, se trata de devolver lo que se ha recibido en el ciclo de la vida, retornándolo a la naturaleza o al universo.

Otro elemento fundamental en su culto es la relación que tiene con las aguas. De hecho, tanto el vínculo con estas, como su labor en la maternidad, son reflejados en su nombre que se podría desglosarse como: «Yeye Omo Eja» lo que significa: madre de los peces.

«Yémòyá, es la semidiosa Yorubá de la creación y la abundancia, relacionada con la nutrición del niño y la riqueza del adulto… El nombre Yémòyá surge de la contracción de los nombres ‹Yeye òmò ejá› Madre de los hijos Peces. La interpretación de su nombre está relacionada a los pueblos que se asientan a las orillas de un Río, nos arroja un elemento socio cultural de pueblos dependientes de la bonanza de un río en su sistema de supervivencia». (p. 181).

(Ifa Orilana Aworeni Odumola Sowunmi. La naturaleza de los Orisas. 2009).

En Nigeria, la interpretación de su nombre y su relación con los peces, no hace referencia a la maternidad como elemento único, también se vincula con su rol como fuente básica de desarrollo social y económico dentro de las comunidades establecidas a las orillas de los ríos, cuya actividad pesquera permite su subsistencia. Por lo cual, Yemaya es símbolo de la supervivencia y la vida.

Particularmente, para los Egbas, habitantes de la ciudad Abeokutá, adoradores por naturaleza de Yemaya, ella era vista como el vínculo directo que los conectaba con Olodumare (Dios), ocupando un lugar predominante sobre cualquier otra deidad.

Para el momento de la colonización, la ubicación geográfica de Abeokuta (una de las ciudades más cercanas al mar) favoreció que la trata de esclavos tomara como cautivos a una inmensa cantidad de Egbas, quienes al llegar a América, terminaron adaptándose a la fusión de los cultos provenientes de diversas regiones de la confederación Yoruba, pero mantuvieron la influencia de sus creencia más esenciales, siendo entonces reconocida la Orisha Yemaya por la diáspora, por su carácter de madre, fecundadora, y símbolo de la vida.

En Cuba, se considera que a esta Orisha le fue otorgado el dominio de la superficie de los mares, pero, debido a su carácter impetuoso y violento perdió la hegemonía del mundo, por lo cual, el movimiento constante de las olas del mar, representa su carácter y su personalidad. Junto a Olokun, es la raíz de todas las posibilidades y de todas las manifestaciones divinas, y comparten los misterios de las aguas profundas. Además, es la fuente de todas las riquezas en compañía de su hermana Oshun.

Imagen de Yemaya Orisha del Mar

También, es identificada como madre sentimental de Shango. Fue la primera mujer de Orunmila a quien robo el secreto de trabajar con el opele, siendo obligada por Olofin a quedarse adivinando con el eridiloggun (el caracol) por esa acción. En sus diferentes avatares, también es esposa de Orisha Oko, de Babalú Ayé, de Agayú y de Oggún.

Simboliza la perfección, la laboriosidad, las ocupaciones subalternas, el mar, sus misterios, las profundidades del océano, el servicio, la salud, la eficiencia, y los animales domésticos.

Entonces, se podría decir que el rol central de Yemaya en la santería radica en la creación del ser humano, porque tiene participación directa en el fenómeno de la vida. Sabemos que todas las formas de vida tienen su origen en el mar, además, es la dueña del líquido amniótico donde se sumergen los embriones humanos durante el proceso de gestación. Esta, es otra razón por la que se le llama Madre de todos los peces, porque, así como ellos viven en el agua, los seres humanos viven como los peces al principio de su vida.

«El desarrollo de la vida en este planeta fue consecuencia del agua en la tierra. Tanto Ifa como la ciencia coinciden en que todas las formas de vida en la tierra evolucionaron desde el océano. Yemaya como Diosa del agua dulce y Diosa del agua salada representa a la madre primitiva que da a luz a todos los seres vivos». (p.14).

(Awo Falokun Fatunmbi. Ifa y el Espiritu del Oceano. 1993).

Orígenes e historia

En Nigeria, se estima que Yemaya tiene un profundo vínculo con el río Ogun. Esto le permite peregrinar por diferentes tierras yorubas, ya que, este río atraviesa muchas de ellas. Es por eso que, existen diferentes formas para su adoración.

«Historiadores Yorubá dicen que su culto original surge en tierras de NUPE, al norte de Ijesa, en tierras de Erínlé… Guerras con los pueblos vecinos provocan un traslado de los pueblos Egbà al sur, asentándose a orillas del rio Ogún, a un lado de la Colina Okere, de la cual, una gran piedra da el nombre de “Abeokuta”». (p.182).

Ifa Orilana Aworeni Odumola Sowunmi. La naturaleza de los Orisas. 2009

Por lo tanto, se estima que su culto es proveniente de la tierra Abeokuta, siendo muy difundido en tierra Egbado, donde también es conocida como: Okoto u Obsa. También es relacionada con la tierra Takua, debido a que, es allí donde nace en río Oggun. En la tierra de Oyo, es conocida como una virtuosa deidad del comercio.

En la ciudad de Shaki se le llama Somu Gaga (la de las tetas grandísimas), es considera esposa de Okefe, que es título real con el que se reconoce a Orisha Oko, siendo en ese lugar donde nace la historia en la que es insultada por este Orisha, y debido al bochorno sufrido se sumerge en el río y se va a vivir con Olokun, manteniendo ese nombre. Otros nombres por los que se conoce a Yemaya son: Agana, Asesu, Okute, Awoyo, Mayelewo, Achabá, entre otros; estos pueden variar según el lugar de su adoración, o el camino al que se haga referencia.

Características distintivas de Yemaya

Para entender ¿cómo es Yemaya?, es necesario analizar su carácter como parte fundamental y distintivo de su esencia. Tiene un temperamento profundo y cambiante, lo que hace muy difícil de adivinar sus intenciones y deseos. Sin embargo, es una madre virtuosa y sabia. A veces es muy alegre y escandalosa. Le gusta cazar, nadar, manejar armas de metal como puñales y machetes. Es indomable y astuta.  Usa siete sayas azules y blancas, lleva joyas de plata y de coral. Representa la inteligencia, lo racional y es una hechicera muy hábil, dueña de los polvos mágicos.

Su carácter fuerte y muchas veces aguerrido, la convierten en una mujer indomable y astuta, pero también, en una madre virtuosa; utiliza saya de la misma manera que puede vestir de pantalón, al igual que, cualquier otro hombre, comportándose incluso, de la misma manera e igualando sus fuerzas. En algunas oportunidades puede vestir de mariwo y de plumas de gallinas grifas (sobre todo cuando es Okute).

«La capacidad del agua para erosionar, hasta la piedra y el metal más fuerte (excepto el plomo) se representa en los relatos de las facetas guerreras de Yemayá. Como diosa del agua, Yemaya demuestra la implacable e inmutable determinación de buscar la más pequeña grieta en la armadura de un enemigo y concentrarse en ella, hasta que sea destruida». (p.69).

Orisha, Goddess, and Queen of the Sea. Raven Morgaine, 2021.

Es una bruja conocedora de las artes mágicas, le gusta trabajar con Ojuero y Babalu Aye, y puede vivir tanto en el mar como en la entrada de los bosques, o en la espesura del monte. Sus habilidades como comerciante la convirtieron en una mujer muy hábil para adquirir dinero, es muy trabajadora, mercader de alimentos, con conocimiento en el tinte de las telas y la fabricación de aceites de semillas de melón.

Con respecto a sus símbolos y rituales, estos son utilizados para una amplia gama de propósitos, inclinándose, sobre todo, a estimular su energía benefactora sobre sus potestades más sobresalientes o, para la purificación y limpieza espiritual de sus seguidores. Los colores, las pulseras, las herramientas, la música, la danza y los cantos, son elementos básicos en los rituales de Yemaya, a través de los cuales, se establece una conexión armoniosa y profunda con su energía.

Colores de Yemaya

 Su color más representativo es el azul en todas sus tonalidades. La relación de Yemaya con este color, además del vínculo evidente con su potestad sobre las aguas del mar, va mucho más allá. De hecho, el color azul es el más espiritual de todos los colores que conforman el espectro del arcoíris. Su vibración refleja las virtudes esenciales de esta Orisha, como lo son: la calma, la protección, la esperanza, la felicidad, la intuición y el equilibrio espiritual. Por otro lado, en menor proporción, esta santa puede ser relacionada con el color blanco o traslucido que simboliza la espuma del mar.

Por ende, el collar de Yemaya está elaborado con cuentas transparentes que son alternadas de 7 en 7, con otras de diversas tonalidades de azul. También pueden llevar cuentas de color blanco, y algunas glorias de color rojo, naranja, verde, o rosa pálida (según el camino).

Collar de yemaya

Los ilde (pulseras) de Yemaya suelen ser elaborados con cuentas de sus colores característicos, predominando como siempre el color azul. Adicional a ello, entre sus alhajas favoritas destaca la pulsera de metal blanco, que suele ser elaborada en plata y utilizada en grupos de 7. Estas son colocadas sobre las puntas de su corona, y también utilizadas por las hijas de esa Orisha en la mano izquierda, sobre todo durante el iyaworaje. Las hijas de Oshun y Oya también utilizan las 7 pulseras de Yemaya, pero, acostumbran a portarlas en su mano derecha.

Entre sus herramientas, lleva 7 manillas de plata, media luna, un ancla, una llave, un sol, un par de remos y un timón, estos objetos son elaborados en plata, acero, lata o plomo. Le gustan los caracoles, las conchas de mar y los los agbebe (abanicos) hechos de pencas de guano adornados con nácar, oro, cuentas y caracoles. Usa un manto hermosamente adornado.  Una maraca o güira que se utiliza para saludarla y para que preste atención cuando se le habla.

Herramientas de Yemaya

La sopera de la Orisha Yemaya, es una vasija pintada de color azul que puede ser adornada con conchas marinas, ornamentos de color plateado, barcos, peces, redes y todo tipo figuras alegóricas al mar.

Un elemento que también goza de gran importancia en la ejecución de las prácticas litúrgicas, son las hierbas que se utilizan en las ceremonias y obras de Yemaya, entre las que podemos encontrar: la cucaracha, flor de agua, verdolaga, malanga, hierba bruja, culantro, jagua, berro, trébol, hierba mora, hierba caimán, hierba buena, violeta, verbena sargazo, sabina, sábila, romero, reseda, palo verraco, palo jeringa o teken teke, palo cochino, melón de agua, mata negro, mangle, malanga, majagua, maguey, lino de mar, lechuga, junco marino, lucencio de playa, guácima, guama hedionda, guano de costa, grenguere, gereciana de la tierra, frescura, chichana, cachote, culantro, opalillo de monte, come cara, cajumbo, carguesa, cañamaza, cañacoso, camarón, camagüira, caisimón, bejuco ubi, bejuco tortugo, bejuco parra, bejuco jañateo, bejuco jaiba, bejuco de corrales, añil, albahaca morada, ají dulce.

«…las hierbas asociadas con Yemayá comparten ciertos usos esenciales en común. Por lo general, se encuentran en muchas recetas y fórmulas para la fertilidad, armonía, paz, protección, renacimiento y limpieza». (p.141).

Morgaine Raven. Orisha, Goddess, and Queen of the Sea. 2021.

Su número es el 7 y todos sus múltiplos. En el diloggún habla a través del Odu Oddi (7). El número 7, al igual que Yemaya, es símbolo de protección espiritual. Su vibración es muy alta, por lo que beneficia los procesos emocionales, incentiva sentimientos de amor, respeto, sabiduría, intuición y está cargado de gran misticismo. Se cree que ese dígito tiene propiedades curativas que favorecen al cuerpo y al ama. Además, atrae la prosperidad y la buena fortuna.

Su día de la semana es el domingo y su celebración anual según la regla de Osha o Satería afrocubana se lleva a cabo el 7 de septiembre, motivado a su sincretismo con la Virgen de Regla, perteneciente a la religión católica. En otros países del continente americano, creyentes de las prácticas Umbandistas, como Brasil y Uruguay celebran su día el 2 de febrero.

Sus celebraciones dentro de las costumbres afrocaribeñas están acompañadas por fiestas amenizadas al ritmo del tambor. Durante estos eventos, es posible que un caballo de santo incorpore la espiritualidad de esta Orisha.

Su baile posee características muy particulares. «Al bajar a Tierra» Yemaya ríe a carcajadas, da vueltas como las olas, y gira como los remolinos del océano. En otras oportunidades bracea al ritmo de nado o representa una zambullida para sacar caracoles, algas y peces para sus hijos. Su danza comienza con suaves ondulaciones como las aguas que se agitan lentamente animadas por la brisa y luego, va aumentando en intensidad como el mar bravío. Entre los toques de tambor a Yemaya destacan:

  • Akuakua (Zapateo).
  • Alaró.
  • Bembe.
  • Chachálokpafún.
  • Iyesá.

En cuanto a los cantos a Yemaya, en la religión yoruba, son conocidos como «orin o iyere», y actúan como un vínculo sagrado a través del cual, es posible comunicarse y conectarse con la esencia divina y la espiritualidad de los Orishas. Esto significa que, cada canto a esta deidad, es más que una simple melodía, se trata de una manifestación armoniosa que estimula la presencia e influencia de Yemaya en la vida de sus seguidores.

Los cantos de Yemaya expresan la gratitud y la reverencia de los devotos que buscan su guía y protección, pero, además de eso, representan un papel fundamental dentro de los rituales y las ceremonias de esta Orisha. Un ejemplo de esos cantos es el siguiente:

Akele Wuamimo Tumbao

Yemaya Aboyomo Tumbao

Akele Wuamimo Tumbao

emoya Aboyomo Tumbao

Akele Umbo Lokualokua

Yemoya Aboyomo Tumbao

Akele Umbo Lokualode

Yemaya Aboyomo Tumbao

Akele Yemoya Umbo Lade

Aboyo Yemoya Umbo Lade Aboyo

Inle Inle Ladeo

Aboyo Yemoya Umbo Lade Aboyo

Yemoya Umbo Lade


Puedes leer: Caminos de Yemaya: Las múltiples manifestaciones de la Orisha del Mar


Pataki, Mitos y Leyendas de Yemaya

Pataki de Yemaya

En la cultura Yorubá, existen ciertos elementos que podrían considerarse base fundamental de su esencia. Un ejemplo de ellos, son sus historias o mitos que actúan como una especie de orientación del subconsciente colectivo, hacia la búsqueda de significado de la existencia humana.

Dentro de la religión yoruba, estos mitos son de carácter fundamental para la guía y el entendimiento de los consejos y enseñanzas de los Orishas. Todos ellos están contenidos en los Odu de Ifa y son identificados como «Pàtàkì o Ese de Ifa».

Cada uno encierra una recopilación de símbolos culturales, que son la base de las verdades perdurables de su sociedad, cuyo papel es indispensable en la construcción de su realidad. En ese sentido, Adrian de Sousa (2005), en su libro Los Orichas en África. Una aproximación a nuestra identidad, señala que:

«En cada odu de Ifá se encuentra implícita sabiduría, comprensión y pensamiento universal de miles de años, a través de proverbios, cantos, conjuros, predicciones, sacrificios y mitos. En sus narraciones, los odu trasmiten las experiencias de la vida tal y como son, con buenas y malas conductas, actitudes y decisiones, porque a través de sus símbolos siempre hay una intención moralizante para el hombre yoruba» (p. 4).

En consecuencia, cada Orisha es acompañado por un signo de Ifa en su llegada a la Tierra, llamado Odu isalaye, el de Yemaya es Iwori Meyi. El tratado de ese signo explica cómo Yemaya logró alcanzar una posición de relevancia en este mundo, y su historia cuenta que, cuando iba a comenzar un nuevo año, al principio de los tiempos, Olofín llamó a todos los Orishas para establecer cuál de ellos gobernaría al mundo, en ese momento.

Yemaya, que desde siempre había sido muy sabia, antes de acudir a la reunión fue a consultarse con Orunmila a través del oráculo de Ifa, quien luego de hacerle adivinación viendo este Odu, le indicó que debía hacer sacrificio con: un carnero, dos gallos, arena de mar y los demás ingredientes básicos del ebo. Al finalizar, debía llevar la cabeza del carnero a la reunión, para que sus aspiraciones dieran buenos resultados. Ella siguió al pie de la letra todos los consejos que le fueron dados.

Cuando estuvieron todos los santos reunidos ante Olofín, cada uno de ellos deseaba ser elegido como regente de la Tierra, Olofín al iniciar su intervención les dijo: «veo que todos ustedes han venido desde muy lejos, ahora bien ¿alguno de ustedes ha traído algo para la reunión?» Yemaya de inmediato manifestó que había llevado la cabeza de un carnero, siendo la única en presentar alguna ofrenda para tal acontecimiento.

Olofín al darse cuenta de aquello sentenció: «Yemaya, una cabeza trajiste y, por lo tanto, cabeza serás. To iban Eshú». De esa forma, Yemaya bajo a la tierra con una gran potestad, siendo por aquellos tiempos la que gobernara el mundo.

Yemaya y Obatala

Según las creencias afrocubanas, se cree que Yemaya nació con la luna, así como Obatala lo hizo con el sol. Yemaya es identificada como una deidad tan antigua como Obatala, e igual de poderosa, tal como lo afirma Roman Raygoza, en su libro Yemaya Madre de Todos:

«Irrefrenable en sus castigos, éstos siempre llevan el sello de la justicia. Su palabra es tan sagrada como la del propio Obbatalá» (P.4).

Ocurrió que, Obatala y Yemaya vivían juntos, pero se sentían solos porque sus hijos estaban regados por el mundo y eso los entristecía mucho. Por su parte, el mono que era hijo de Obatala no era considerado por nadie y andaba por el mundo pasando penuria, Obatala al saber aquello se preocupó mucho, y lo llevó para su casa para que viviera con ellos.

El mono poco a poco se fue ganando la confianza y el amor de Obatala y Yemaya, siendo muy consentido por ambos Orishas. Le llenaron de obsequios, vestimentas, tanto así que parecía una persona, andando siempre muy arreglado. Atendía las visitas que llegaban y todos empezaron a respetarlo.

Como cualquier integrante de la familia, el mono tenía su asiento en la mesa, adquiriendo cada vez mayor importancia y cambiando su manera de pensar, llenándose de vanidad, hasta llegar a pensar que, sin él, Yemaya y Obatala no eran nadie.

Un día, estando sentados todos en la mesa Obatala le pidió al mono que le alcanzara el pan, respondiendo este, que lo tomara el mismo porque cuando los Reyes comían no se les podía molestar. Obatala sorprendido le reprendió, pero el mono sin dudar le contestó faltándole el respeto a Baba.

Luego de aquel incidente, Obatala se retiró muy molesto de la mesa, momento que aprovechó el mono para abalanzarse encima a Yemaya intentando hacer oficale trupon con esta. Yemaya en defensa le pegó al mono en la cabeza con una cadena que ella tenía, quitándoselo de arriba.

De inmediato, Yemaya se dirigió a casa de Orunmila quien le hizo adivinación viéndole el Odu Osa Odi, y le dijo: «El que nació para mono, mono es, y mono se queda». Luego, le preparó la cadena a Yemaya recomendándole que se la diera a Obatala, que se volvieran a sentar a la mesa con el mono y le ofrecieran de beber hasta embriagarlo, cuando estuviese muy borracho debían ponerle la cadena y encerrarlo, pues lo mejor era evitar una confrontación con él, porque a pesar de que siempre le ganarían, si este los mordía se les enfermaría la sangre.

Ellos siguieron todas las recomendaciones de Ifa, prendiendo al mono con la cadena al cuello y convirtiéndolo en esclavo, encerrado tras las rejas y sometido a la burla de todo el que lo veía. De esa forma, el mono perdió su poder y volvió a ser lo que era antes, por no saber agradecer la ayuda que le dieron Obatala y Yemaya.

El vínculo entre Yemaya y Oshun

Yemaya y Oshun

Estas Orisha guardan una relación muy profunda y cercana. Ambas, son relacionadas con la concepción, de hecho, son muchas las obras que las mujeres suelen realizar al pie de Yemaya y Oshun para quedar embarazadas o proteger el proceso de gestación. Sin embargo, existe una marcada diferencia en ese sentido, por cuanto, el principio maternal le corresponde expresamente a Yemaya.

«No es Ochún como Yemayá, ‘la madraza’, – el principio de maternidad – que sus hijos y devotos nos describen: Ochún, junto a su hermana la gran diosa progenitora, es la amante, la personificación de la sensualidad y del amor, de la fuerza que impulsa a los dioses y a todas las criaturas a buscarse y a unirse en el placer» (p.89).

Cabrera Lydia. Yemayá y Ochún (Kariocha, Iyalorichas y Olorichas). Ediciones Universal. 1974.

Ocurrió que, cada vez que Oshun tenía un hijo, iba a casa de Yemaya y se lo dejaba bajo su cuidado para poder andar por el mundo. Yemaya se los recibía y los criaba, pero Oshun no aparecía de nuevo hasta tener otro hijo para dejárselo una vez más, y así lo repitió varias veces, sin pasar siquiera a visitarlos.

Elegua, que siempre lo sabía todo, se percató que Oshun pasaba frente a la casa de Yemaya disfrazada y se lo dijo sin vacilar. Yemaya muy molesta, se paró en la puerta de su casa para tratar de identificarla.

Entonces, Oshun una vez más paso por delante de Yemaya disfrazada como de costumbre, pero esta la llamó por su nombre. Yemaya le advirtió que desde ese día no toleraría una más de sus faltas y que no podía quejarse cuando fuese engañada por ella. Oshun muy sorprendida le peguntó ¿Cómo la había reconocido? Pero llena de vergüenza le pidió perdón a su hermana prometiéndole que a partir de aquel momento no seguiría cometiendo ese tipo de faltas.

El sincretismo: Yemaya y la Virgen de Regla

El sincretismo: Yemaya y la Virgen de Regla

Yemaya en la religión católica, es sincretizada con la Virgen de Regla, también conocida como «la Virgen marinera». De la Virgen de Regla cuenta la leyenda que, al llegar un grupo de bandidos a la ciudad de Hipona, los discípulos de San Agustín, quien era el obispo de dicha ciudad africana, huyeron en una embarcación aterrorizados con la imagen de una Virgen en sus manos. Según la tradición, se cree que la imagen data del año 300 d.C.

Aquellas aguas marinas, llevaron a esos hombres de fe hasta la orilla del promontorio de Chipiona, donde fundaron un monasterio sobre los restos de alguna antigua construcción. Pero, esa no fue la única vicisitud que abría de pasar la imagen de la Virgen, al llegar los árabes en el 713, el prior Simón, la escondió en un pozo bajo una higuera en las cercanías junto con los utensilios de dar la misa.

En 1.330 un canónigo de la Catedral de León, que atravesaba la península, sentado bajo una higuera tuvo una visión, que le indicó donde estaba la imagen de la Virgen oculta durante 617 años. Al encontrarla, en aquel lugar con el tiempo se hizo patrona de los hombres de la mar. Se le atribuyen abundantes hechos milagrosos y curaciones.

Por su ubicación, justo en la desembocadura del Guadalquivir, los barcos que se trasladaban ida y vuelta a América, le rendía tributo a la Virgen, ya que su santuario era lo último que veían antes de salir a mar abierto.

En Cuba, en la población de Guaicanamar, cuyo significado es «frente al mar», se levantó una ermita donde se colocó una imagen de la Virgen de Regla proveniente de España, traída de manos del sargento mayor Pedro de Aranda, siendo objeto de mucha devoción desde ese momento. Concediéndole su nombre al caserío de Regla, reconociéndola como su patrona el 23 de diciembre de 1714. Regla es un municipio de La Habana con más de tres siglos de existencia.

Su simbología de gran paridad con Yemaya resulta evidente, ambas son reconocidas en Cuba como protectoras de marinos y tienen estrecha relación con múltiples historias acuáticas. Su vestimenta de color azul y la tez de color negra de la virgen, al ser tallada en una madera con esa tonalidad, permitió que el yoruba las sincretizaras con mucha naturalidad. La veneración que sienten los cubanos por ambas, o por una sola en sí misma, es tan incalculable y profunda, como su antigua y sorprendente historia.

Oraciones saludos especiales

Dentro de la religión yoruba, existen diferentes tipos de reverencias e invocaciones con las que se solicita la presencia de los Orishas, entre ellos tenemos: los saludos y las oraciones. El saludo de esta deidad es «Omío Yemaya» y su significado evoca un profundo respeto, que estimula una conexión con la divina energía de esta Orisha. Se trata de un especial cumplido hacia la madre de las aguas, exaltando su poderío como protectora de la maternidad y del océano, y un reconocimiento de su influencia en la vida de sus hijos.

Con respecto a las oraciones, llamadas originalmente «Oríkì», su importancia es determinante para los iniciados y practicantes de la regla de Osha e Ifa, ya que, constituyen un puente de comunicación entre el mundo terrenal y el espiritual, con el cual, se atrae la bendición, guía, y sabiduría ancestral que emana Yemaya, a favor de quien solicita su ayuda. A continuación, ofrecemos una oración tradicional de Yemaya, muy efectiva:

(Rezo a Yemaya alabando al Espíritu de la Madre de la Pesca)

Agbe ni igbe ‘re ki Yemoja Ibikeji odo. Aluko ni igbe ‘re k’lose, ibikeji odo.

El pájaro recibe su buena fortuna de Yemoja, la Diosa del Mar. El pájaro Aluko recibe su buena fortuna del Espíritu de la Albufera, el ayudante de la Diosa del Mar.

Ogbo odidere i igbe’re  k’oniwo. Omo at’Orun gbe ‘gba aje ka’ri  w’aiye.

El loro trae buena fortuna al jefe de Iwo. Los niños son los que atraen la buena fortuna del Cielo a la Tierra.

Olugbe-rere ko, Olugbe-rere ko, Olugbe-rere ko. Gne rere ko ni olu-gbe-rere. Ase.

Es el Todopoderoso el que da cosas buenas, es el Todopoderoso el que da cosas buenas, es el Todopoderoso el que da cosas buenas. Deme cosas buenas Dios Todopoderoso, porque usted es el que da las cosas buenas. Asé.

La Devoción a Yemaya

Los devoto y seguidores de esta Orisha sostienen que, a Yemaya se le pide su ayuda e intervención en asuntos relacionados con enfermedades relativas al vientre. Las mujeres que desean quedar embarazadas acuden a ella con regularidad. Suele ser muy efectiva en los casos en los que se tiene guerras de brujería y problemas con los espíritus. Es una deidad que guerrea muy bien contra los enemigos, sobre todo si se trata de sus hijos. Es implacable, y no perdona las faltas.

Historia de Yemaya

A medida que se estudia el significado y la importancia del culto a Yemaya se hace más evidente concluir que ella, es la energía que otorga las bendiciones a los seres humanos para lograr su producción y su supervivencia. Influye de manera benefactora en el hombre que trabaja en el campo, en el mar, y en cualquier faena que se preste para conseguir su sustento, porque es la madre que vigila que a sus hijos no le falte el alimento, de esa manera pueden continuar sus labores con fuerza y sin penas ni sufrimientos.

La forma en la que ha trascendido la adoración de esta Orisha en América, goza de una fuerza con tal magnitud que, resulta muy impresionante. En muchos lugares de América es reconocida como la diosa de los mares y en la mayoría de ellos, incluso, es reverenciada, convirtiendo su adoración en un fenómeno social y cultural que involucra a propios y ajenos.

Un ejemplo de ello, es la fiesta anual llevada a cabo en las costumbres del Candomblé y Umbanda, que son dos religiones afrobrasileñas, donde prevaleció el culto a Yemaya, convirtiéndose en la deidad más popular de Brasil que, además, cuenta con la celebración anual más importante del país.

Todos los 2 de febrero en Rio Vermelhoa, se congrega una incontable cantidad de personas para ofrecer cestas de flores, prendas, comidas, botes y perfumes, a lo largo de las playas de la zona, reuniendo a devotos y turistas de muchas partes del mundo, que acuden a agasajar y a pedir las bendiciones a su espiritualidad. Como ven, esto es solo una pequeña muestra de la capacidad que tiene esta Orisha para adaptarse y ser identificada por sus hijos en todo el mundo.

«… todas las culturas cuentan que, desde que el agua riega la tierra, toda vida ha podido germinar, crecer y sustentarse. La diáspora yoruba también lo sigue contando así…»

Gutiérrez, Mariela A. Lydia Cabrera y su Yemayá y Ochún, incomparable compendio fluvial de la mitología afrocubana.2004.

Referencias y lecturas sugeridas

  • Águila de Ifá. (2015). Leonel Gámez Osheniwó. Enseñanzas de un Amigo, un Hermano, un Maestro. Águila de Ifá Foundation.
  • Awo Falokun Fatunmbi. (1993). Ifa y el Espíritu del Océano. Original Publications.
  • Cabrera, Lydia. (1974). Yemayá y Ochún (Kariocha, Iyalorichas y Olorichas). Ediciones Universal.
  • De Sousa Hernández, Adrián. (2005). Los Orichas en África. Una aproximación a nuestra identidad. Editorial De Ciencias Sociales.
  • Gutiérrez, Mariela A. (2004). Lydia Cabrera y su Yemayá y Ochún, incomparable compendio fluvial de la mitología afrocubana. Inti: Revista de literatura hispánica: No. 59, Article 19.
  • Ifa Orilana Aworeni Odumola Sowunmi. (2009). La naturaleza de los Orisas. Rosebud Ediciones.
  • Morgaine Raven. (2021). Orisha, Goddess, and Queen of the Sea. Weiser Books.
  • Raygoza, Roman. (2016). Yemaya Madre de Todos. Grupo Pen mi A.C.
  • Ócha’ni Lele. (2012). Sacrificial Ceremonies of Santería: A Complete Guide to the Rituals and Practices. Destiny Books.

Mas sobre Yemaya:


Los Orishas Fundamentales:

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