La Virgen de la Caridad del Cobre: Historia, devoción y culto de la patrona de Cuba
Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, también conocida como la Virgen de la Caridad del Cobre, o la Caridad del Cobre, es una de las advocaciones de la Virgen María. Su mayor popularidad está asentada en Cuba, país donde fue declarada su patrona. Nombramiento que le fue otorgado por el papa Benedicto XV en el año 1916.
Historia de la aparición de la Virgen de la Caridad del Cobre
La historia registrada al respecto cuenta que, se estima que la imagen de la Virgen aparecería en abril del año 1612, en la Bahía de Nipe, la mayor de Cuba, ubicada en la costa norte de la región oriental de la isla.
Las crónicas que relatan lo sucedido cuentan que esta fue avistada por tres esclavos: un muchacho negro de 10 años conocido como Juan Moreno, y dos hermanos de pura sangre india, conocidos como Juan y Rodrigo de Hoyos, que trabajaban como esclavos en las minas de cobre de la región.
Este trío quedaría bautizado en la para la historia cubana como «los tres Juanes». En una narración obtenida de estos, que se conserva en el Archivo de Indias de Sevilla, bajo juramento eclesiástico 65 años después del suceso, el esclavo Juan Moreno, contó cómo ocurrieron los hechos, relatándolos de la siguiente manera:
«había salido junto los otros jóvenes en busca de sal, en el mar vieron la imagen de la Virgen con el niño Jesús en brazos, que hoy es objeto de veneración por los cubanos, que se aproximaba flotando sobre una tabla, donde podía leerse la frase «Yo soy la Virgen de la Caridad».
En consecuencia, fue levantado en su honor un santuario inicial que se construyó de manera improvisada, empleando hojas de guano y tablas. Después de múltiples acontecimientos insólitos ocurridos con respecto a su la imagen, ésta fue llevada al que sería su santuario definitivo, a poca distancia de allí, en la cúspide de una loma cercana a las minas de cobre.
Más tarde, y debido a la fe que inspiró en gran cantidad de lugareños, el rey hizo encargó que se edificara una pequeña iglesia en nombre de la Virgen de la Caridad del Cobre, para que soldados y mineros pudieran asistir a ese lugar, encomendarse y hacer sus oraciones a la venerada imagen de la Virgen de la Caridad. A partir de allí, su culto crecería por todo el país de tal manera, hasta llegar a ser declarada la patrona de todo el territorio cubano.
¿Cómo se le hace una petición a la Virgen de la Caridad del Cobre?
En un principio, es necesario considerar que lo más importante a la hora de hacer una petición a la Virgen es que la fe con la que se realiza la plegaria debe ser más grande que la petición misma. En segundo lugar, la petición debe ser realizada con mucho respeto. Considerando estas premisas básicas, es posible hacer una súplica a la Caridad del Cobre, contando con altas probabilidades de ser escuchados, y nuestras plegarias respondidas mediante la ayuda necesitada.
¿Qué se le pide a la Virgen de la Caridad del Cobre?
Los devotos de la esta advocación mariana le suelen pedir su bendición y ayuda ante, prácticamente, cualquier necesidad que estén presentando, porque es bien sabido que, la Virgen suele ser bastante misericordiosa y milagrosa. Sin embargo, mayormente, sus seguidores le solicitan su intervención para solucionar situaciones como:
- La protección de mujeres embarazadas o la ayuda para aquellas que desean quedar en estado de gestación, así como, el resguardo del niño que traen en su vientre durante su embarazo y a la hora del parto.
- Al momento de atravesar dificultades financieras, para que nos ayude a conseguir bendiciones de empleo, dinero y prosperidad.
- Para proteger nuestras uniones amorosas y familiares.
- Cuando se desea recuperar la salud, o mejorar alguna afección.
- Para fortalecer la fe y conseguir el perdón de nuestras faltas por parte del Señor.
¿Qué se le ofrece a la Virgen de la Caridad del Cobre?
Los seguidores de esta virgen suelen honrarla con todo tipo de agasajos, entre ellos abundan las flores, en especial los girasoles, las velas o velones amarillos o dorados, y todo tipo de atenciones que guarden relación con las promesas ofrecidas en su nombre o con los favores concedidos.
Por lo general, estas atenciones suelen ser llevadas en muchas oportunidades hasta la propia Basílica donde se encuentra la Virgen y donde sus devotos acuden frecuentemente a rendirle tributo y adoración. Son tan variadas la cantidad de ofrendas que se le obsequian a la Virgen que podemos encontrar regalos de diversas naturalezas, entre ellas se encuentra la medalla del Premio Nobel de Literatura Ernest Hemingway.
Culto a Nuestra Señora de la Caridad del Cobre
La devoción hacia la Virgen de la Caridad del Cobre, también llamada cariñosamente «Cachita» por sus devotos cubanos, goza de gran popularidad y aceptación por parte de la feligresía católica, así como, de practicantes de otras culturas religiosas afrodescendientes, como la regla de Osha o Santería, el Palo Monte Mayombe, entre otras.
La devoción a la Virgen de la Caridad es un fenómeno realmente especial dentro de la isla caribeña, porque más que una creencia se ha convertido en un sentimiento nacional que une al pueblo cubano. Esta creencia se ha forjado en la población gracia a la fusión de las creencias producto del mestizaje, pues, en la historia de la Virgen intervienen de alguna manera u otra, las culturas pertenecientes al indígena, al afrodescendiente y al europeo colonizador.
Siendo esta mezcla la base de su culto, más allá de la influencia de la Iglesia católica como tal. Recordemos que, durante un periodo de cincuenta años, aproximadamente, cuando Cuba mantenía una estrecha relación con naciones del Este europeo y la Unión Soviética, se activaron ciertas políticas que limitaban a la Iglesia católica, cuyo desenvolvimiento en la región era severamente controlado.
De hecho, entre 1960, hasta 1980, aproximadamente, la práctica pública de la religión católica estaba fuertemente censurada. Las personas que expresaban abiertamente su fe eran marginadas y en algunos casos podía hasta provocar que fuesen expulsados de centros laborales o estudiantiles. En consecuencia, se prohibieron las procesiones religiosas y las iglesias se encontraban vacías.
La posición política fue tan extrema al respecto que, la Constitución cubana de 1976 definía al estado como «ateo», sin embargo, en 1992 esto fue modificado y declarado un estado secular. A partir de ese momento, los practicantes de la religión católica fueron admitidos dentro del Partido Comunista y las iglesias comenzaron a llenarse de feligreses.
Ahora bien, todo este ambiente político no impidió que la «religiosidad popular» prosperara, independientemente, de que estuviesen evangelizados o no, el fervor hacia la Virgen de la Caridad del Cobre es si se quiere «natural» dentro de las creencias de los cubanos. En consecuencia, podemos ver cómo, a diferencia de otros países, en Cuba se le rinde culto masivo a la Virgen, y su devoción une a todos sus ciudadanos.
Posición de la Iglesia católica
El reconocimiento de la advocación mariana de la Virgen de la Caridad del Cobre es total y evidente. Esto se demuestra con el simple hecho de ser reconocida como la patrona de Cuba, cuyo nombramiento fue promulgado por el Papa Benedicto XV hace más de un siglo, en el año 1916.
Más tarde, el 30 de diciembre de 1936, la imagen de la Virgen fue coronada canónicamente por el Papa Pío XI. Siendo ratificado este honor, por el papa Juan Pablo II en 1998, cuando este, corona con gran dignidad a la Virgen y patrona de Cuba.
La reconocida imagen de María reposa en la Basílica Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre en Santiago de Cuba.
Día de la Caridad del Cobre
Su día de celebración, agasajo, festejo y veneración se conmemora el 8 de septiembre de cada año. Esta misma fecha coincide tanto en Cuba como en Venezuela u otros países donde esta Virgen negra también es venerada. Le rinden cultos y homenajes en los que son realizadas fiestas, danzas, y se le ofrecen muchas flores como girasoles, rosas y dulces. En algunos lugares, sus devotos se visten de amarillo o miel en honor a los colores que utiliza la imagen de esta advocación mariana.
Imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre
La imagen de María que fue encontrada por los tres Juanes flotando en el mar poseía una inscripción que decía: «Yo soy la Virgen de la Caridad». Aquella delicada figura sostenía al niño Jesús sobre su brazo derecho y portaba una cruz de oro en la mano izquierda.
Profundizando sus características, su rostro fue elaborado en barro cocido, y recubierto de una fina capa pulida de polvo blanco, que probablemente fue elaborada con pasta de arroz, para finalmente ser pintada su piel de color moreno. Se estima que originalmente, su tez tendría un color más a rojizo indio, pero durante su última restauración se decidió conservar la tonalidad mestiza morena a la que sus devotos están acostumbrados.
Sus rasgos son bastante hermosos, su nariz bien formada, sus proporciones perfectamente equilibradas y armoniosas. Sus ojos son grandes, expresivos y compasivos. Toda su expresión transmite una dulzura que describe su nobleza e inspira la fe y la oración.
Su imagen mide 16 pulgadas, aproximadamente. Reposa sobre una media luna brillante, que posee puntas inclinadas hacia abajo, enmarcando una nube de plata en la que se observan dos querubines con alas doradas.
El Niño Jesús por su parte, se muestra levantando una de sus manos en señal de bendición. En su otra mano sostiene una esfera terráquea elaborada en oro y rematada con pedrería. Su cuerpo está cubierto por un pesado manto, con una forma triangular.
El ropaje genuino de la Virgen era de color blanco, sin embargo, en la actualidad posee hermosos trajes confeccionados con finas telas de color de oro o de plata, que han sido obsequiados por muchos de sus devotos en agradecimiento por favores recibidos. Algunos de estos atuendos hasta portan los colores de la bandera cubana: blanco, azul y rojo. El traje que viste actualmente, es una réplica de una antigua vestimenta, cuya confección está elaborada a base de una grueso lamé bordado en hilos de oro, y en su falda porta el escudo nacional de la República Cubana.
Esta imagen reposa en la Basílica Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre en Santiago de Cuba. Allí los feligreses y visitantes pueden observarla desde todos ángulos del templo. Su altar está elaborado en mármol y plata maciza, y decorado cuidadosamente con diversos objetos de gran valor.
¿Cuál es el color de la Virgen de la Caridad?
La Virgen Caridad del Cobre es relacionada con el color oro y el amarillo. Por lo tanto, sus devotos utilizan veladoras (velas), flores, telas y todo tipo de atenciones de ese color. Desde un principio, el color amarillo es relacionado con los rayos del Sol, en consecuencia, su significado está ligado con la luz, el calor, y la energía vital transmitida por el astro. Por su parte, el cristianismo también utiliza este color para representar a Jesucristo, debido a que es considerado como la «Luz del Mundo». Por lo tanto, no resulta extraño que pueda ser relacionado con la Virgen María, por ser su madre.
Sincretismo: ¿Quién es la Virgen de la Caridad del Cobre en la Santería?
Obviamente, en el catolicismo esta advocación mariana siempre será conocida como la Virgen de la Caridad del Cobre. Sin embargo, dentro de la regla de Osha o Santería, práctica cubana derivada de la religión Yoruba o Lucumí, los creyentes o practicantes la identifican como una de sus deidades del panteón Yoruba conocida como Oshún, diosa del amor, de las aguas dulces y de los metales preciosos como el oro y el cobre.
La deidad Oshun posee sobresalientes virtudes inclinadas hacia la caridad y la misericordiosa, además de coincidir con la Virgen de Caridad del Cobre con la especial protección que brindan a las embarazadas. Estas, entre otras razones fueron las que inspiraron el sincretismo de ambas figuras.
A tal efecto, es común encontrar personas que al referirse a esta diosa africana utilicen el nombre de la Caridad del Cobre, como si se tratase de la misma espiritualidad. Todo esto es producto de la fusión de creencias ocasionadas a partir de la colonización del Nuevo Mundo y el tráfico de esclavos traídos desde Nigeria en esa época. Es necesario aclarar, que no todas las personas creyentes de la cultura Yoruba o del catolicismo, comparten esta idea que muchos sí. De hecho, los católicos rechazan esa mezcla o sincretismo.
La peregrinación de la Virgen de la Caridad del Cobre en Cuba
La peregrinación de la Imagen de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre en la isla de Cuba suele ser un acontecimiento de gran importancia para los cubanos en general, a partir de 1959, año en el que ocurre su primera movilización. Sin embargo, la conmemoración del año 2012 fue una celebración con mayor alegoría debida a que se celebraría el 400 aniversario del hallazgo de su imagen en sus aguas territoriales.
Esta festividad religiosa, tuvo gran impacto para la fecha por varias razones; además, de la conmemoración de los cuatro siglos de su aparición, la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC) declaró el año 2012 como Año Jubilar Mariano, lo cual dio origen a un año de celebración para toda la Iglesia Católica de Cuba.
La festividad empezaría entonces, con una peregrinación como preámbulo contando con un recorrido por todo el país de la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre. La imagen que se utilizó para esta movilización fue la conocida como «La Mambisa» cuya custodia le corresponde a la Parroquia de Santo Tomás en la Arquidiócesis de Santiago de Cuba.
El traslado de la imagen fue realizado en un vehículo acondicionada para tal efecto, recorriendo 29,978 kilómetros a lo largo y ancho de todo el archipiélago nacional durante meses, aprovechando para visitar pueblos, caseríos, ciudades, escuelas, hospitales, unidades militares, prisiones, hogares maternos, capillas, conventos, entre otros; para llegar finalmente a la Arquidiócesis de La Habana, desde donde continuó su recorrido, cruzando la Bahía de La Habana. Hasta que el día 30 de diciembre de 2011 con una Solemne y multitudinaria celebración en la Avenida del Puerto, finalizó su peregrinación con una liturgia de celebración dirigida por el Cardenal Ortega y el Monseñor Dionisio García.
Oración milagrosa a la Virgen de la Caridad del Cobre
«Amada Virgen de la Caridad del Cobre, tú que nos cuidas en todo momento, pues eres la Madre de todos los hijos de Dios en esta Tierra. Ante ti me presento con mis peticiones llenas de humildad y profunda preocupación.
¡Oh Señora Nuestra de la Caridad del Cobre! En tu nombre elevo mis plegarias invocándote con inmensa devoción, con la esperanza puesta en que tu misericordia se manifestará en este momento en el que atravieso esta gran dificultad, contando con tu valiosa intercesión ante Nuestro Señor para resolver mi mayor preocupación (hacer petición).
Te imploro Madre mía, que tengas la bondad de obrar en mi petición. Mientras tanto, yo me mantendré alerta a tu respuesta, comportándome conforme a los mandatos de Dios Todopoderoso, haciendo el bien a los otros, pues, con la resolución de mi causa no deseo perjudicar a nadie.
¡Oh María llena de gracia! Te suplico que no dejes de interceder ante el Padre Creador en mi nombre, ya que, apegado a tu amparo y consuelo aguardo con paciencia que puedas derramar sobre mí las virtudes de tu sabiduría, estimulando mi discernimiento para actuar conforme al bien. Virgen de la Caridad, eres tú mi guía y mi amor.
¡Oh gloriosa Madre de Dios! Tú que fuiste la escogida para llevar en tu vientre al Hijo de Dios. Tú que sufriste los dolores del parto. Tú que sufriste los dolores de la pasión de Cristo. Ante tu amor, sacrificio y devoción me inclino con toda sinceridad, pero también llena/o de desesperación implorando tu asistencia en este momento tan difícil para mí. Madre, te pido me otorgues tu valiosa intercesión para que (hacer petición).
Madre de la Caridad, tú que contemplaste el gran poder de la mano milagrosa del Señor cuando en tu vientre le diste cabida a su gracia y al milagro de la vida, sabes tú entonces, lo poderosa que es su voluntad, y que para él no hay imposibles. Por eso, te ruego que lleves hasta su trono celestial esta humilde petición, para que así me sea concedida rápidamente.
Ya tú conoces mi ruego Virgen Santísima, te suplico que sea revocada toda atadura que impida la concesión de mi deseo. Que sea vencido todo contratiempo gracias a tu infinita misericordia. Arrópame con tu manto y auxiliame, te lo pido por favor.
Confiado en tu piadosa intervención y en tu amor de madre agradezco hoy y siempre tu auxilio y compañía. Bendita seas entre todas las mujeres hoy y siempre Madre María. Amén».
Canciones para la Caridad del Cobre
Han sido incontable la cantidad de cantantes que le han dedicado canciones a la Virgen de la Caridad del Cobre, todo esto inspirado por la profunda devoción y agradecimiento hacia sus actos milagrosos y misericordiosos para con la humanidad. Entre los cantautores más conocidos podríamos mencionar a: Celia Cruz, Héctor Lavoe, así como, muchos cantantes cubanos, extranjeros, e hispanos de todas latitudes de América.
Entre tantas canciones que podemos citar, traeremos como referencia un tema del grupo musical «Los Melódicos», que tiene una linda prosa en honor a Cachita, cuya letra dice así:
“Cuando tú vayas a Oriente
Mi legendaria región
Tierra que tiembla caliente
Cuna del sabroso son
Llégate a Puerto Boniato
Mira la loma de San Juan
Vete al caney por un rato y prueba las frutas que allí dulce están.
Cuando pienso en mi Morena
Que se llama Caridad
Rezo como alma buena
Por toda una eternidad
Virgencita tu eres buena
Hazme un milagro de amor
Mira que muero de pena si tu no mitigas a mi cruel dolor.
y si vas al cobre
quiero que me traigas
una virgencita de la caridad
Aaay que si vas pa’ lla
Donde esta cachita
Tráeme una estampita de la Caridad pa’ mi mamá
Coro: y si vas al cobre, quiero que me traigas, una virgencita de la caridad.
Aay yo no quiero flores
Yo no quiero estampa
Lo que quiero es Virgen de la Caridad pa’ mi mamá.
Coro: y si vas al cobre, quiero que me traigas, una Virgencita de la Caridad, y si vas pa’ lla donde mi negrita, tráeme una estampita de la Caridad.
Coro: y si vas al cobre, quiero que me traigas, una virgencita de la caridad. Ay que, si vas pa’ lla donde esta cachita, tráeme una estampita de la Caridad pa’ mi mamá”.