Kari Osha: Hacerse Santo

Hacerse santo es una expresión que en la cultura Yoruba afrocubana o Regla de Osha se refiere al ceremonial de «Kari osha». Se trata de la consagración de un individuo en su ángel de la guarda. A partir de ese ritual el iniciado es considerado como «Santero» y goza de una jerarquía religiosa que le confiere atribuciones acompañadas de ciertos deberes.

Indice

¿Qué es hacerse santo o Kari Osha?

En un principio, es necesario establecer que todas las personas cuentan con un ángel guardián, mejor conocido en la Regla de Osha e Ifa como: Orisha Tutelar. Por lo tanto, la consagración de cada individuo se realizará en base a su ángel guardián, quien no puede ser sustituido por otro Orisha, a menos que la situación realmente lo amerite, y en tal caso, el único Orisha que podría sustituirlo sería Obatalá, ya que, posee la potestad de ir a la cabeza de todas las personas.

Otra situación, podría ser que su ángel de la guarda no se corone directamente, circunstancia en la que se realizarían ceremoniales ya preestablecidos en los que su Orisha tutelar también tiene participación (ceremonia de Kariosha con Oró para otro Orisha).

La consagración de Kariosha o hacerse Santo, tiene un significa muy profundo para la vida del iniciado. Es por ello, que resulta de vital importancia que la ejecución de ese ceremonial sea bien realizada, utilizando todos los elementos y rituales necesarios para la configuración y coronación de su Ori (espiritualidad propia del iniciado) y su leri (su cabeza).

¿Qué es el santo en la regla de Osha?

«Santo» es el término heredado del sincretismo mediante el cual, también es llamado al Orisha. El Santo para el afrocubano es la representación de la energía perfecta, pura y limpia de toda mancha ante la creación de Olodumare (Dios). Esa energía ha sido dispuesta por voluntad de Dios para la ayuda y guía de los espíritus encarnados en la tierra, es decir, para la ayuda de los seres vivos.

¿Qué es ser Santero, Santera o Iworo?

El término «Santero» se utiliza para referirse a las personas iniciadas o consagradas en la Regla de Osha. En un principio este término era utilizado de manera despectiva para referirse a los practicantes de esta cultura espiritual. Con el tiempo, se adoptó como la expresión común para referirse a sus iniciados. Ahora bien, el término correcto para su identificación es: «Iworo» que significa: consagrado o iniciado.

Es necesario destacar que cuando una persona decide realizar esta consagración implica un acto de profunda fe que constituye un compromiso y pacto con su ángel de la guarda que se mantiene de por vida.

Además, la consagración por sí misma no hace al religioso como tal, es decir, que aunado a ella, es necesario realizar una preparación que requiere de una profunda educación teológica y cultural que enseñará al iniciado a vivir dentro de los parámetros de su praxis religiosa y siguiendo las recomendaciones personales que les fueron otorgadas por los Orishas en su Ita (consejos ofrecidos por los Santos mediante los oráculos de adivinación), lo cual, le brindará una mejor calidad de vida, siempre que sus acciones sean correctas.

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¿Cuáles son los beneficios de hacerse santo?

El ángel de la guarda en compañía de los demás Orishas siempre va a tener sus brazos abiertos para acoger en su seno a todo el que lo requiera, y así lo desee. El Orisha además brinda sus fluidos energéticos para:

Propiciar el desenvolvimiento de diversas circunstancias de la vida.
A través de la consagración se obtienen los consejos de las Deidades (Ita Imale). Esto nos permiten obtener una perspectiva más clara de nuestro porvenir y de las acciones más propicias que debemos realizar para alcanzar el éxito en nuestras situaciones.
Despierta en los consagrados las energías que comulgan con los preceptos de Olodumare, los Orishas y sus semejantes, los cuales, emanan sentimientos de humildad, obediencia y cumplimiento, que les llevará a la salvación.
Despierta las fuerzas vitales que animan a nuestro cuerpo físico y lo predisponen a una larga vida.
Atrae la estabilidad de la persona para mantenerse en la tierra.
Estimula el desarrollo de la sabiduría, independientemente de la proporción, al consagrarnos damos inicio a un renacer personal que reanima las fuerzas ancestrales de la asimilación y enriquecimiento del alma a través de su expresión física.
Agrupa y dirige todas las fuerzas del «Eleda» (los pensamientos y la voluntad), tanto consciente como subconsciente para poder vencer las pruebas y dificultades de la vida.
Despoja y limpia de manera profunda y permanente al espíritu para iniciar una nueva etapa, que constituye una nueva oportunidad.
Revitaliza la fusión de todos los poderes psíquicos del individuo y elimina todo lo negativo en su astral.
Despierta la conciencia del bien y el mal que otorga Olofin para brindarle una oportunidad al iniciado de corrección de sus acciones.

¿Cómo se realiza la ceremonia del santo o kariosha?

El ceremonial de la consagración en Kariosha o de santo tiene una duración específica de 7 días. Sin embargo, en los días previos a ese ritual se realizan diversas obras como preparación a la coronación.

Una vez llegado el momento de la consagración, durante esos 7 días se le realizarán múltiples rituales que simbolizan un desprendimiento con el pasado y la construcción de un nuevo camino para el iniciado. Es por ello, que la persona entra al ceremonial portando ropas viejas que simbolizan su vida profana anterior y sale del Ibodun (cuarto de santo) portando ropa blanca nueva que representa la limpieza, el despojo y la influencia de la pureza de Obatala en su nueva vida.

Durante esa semana solo los Iworos podrán estar en contacto con el neófito, a excepción del día del medio. Este día, el Iyawo es visitado por familiares, amigos y todos los Iworos que participaron en su coronación, para celebrar que ha practicado ese ritual. Durante este día el iniciado portará una vestimenta especial conocida como «traje de coronación» que se trata de una indumentaria especialmente diseñada para la ocasión, que simboliza la encarnación del Orisha en su persona.

Otro elemento fundamental durante este proceso es la participación del Orisha Ozain, quien se hace presente e indispensable gracias a los omieros sagrados, obtenidos mediante el poder de las hierbas que contribuyen a establecer la fusión mística entre la espiritualidad del Orisha tutelar y el cuerpo físico y espiritual del Iyawo, impregnándolo de los elementos psíquicos y sacro vitales de su ángel de la guarda.

¿Por qué al recién consagrado se le llama Iyawo?

La palabra Iyawo se utiliza para referirse a un sacerdote que ha sido recién consagrado, o que se encuentra atravesando el periodo correspondiente al primer año luego de su consagración. La traducción de la palabra Iyawo es: esposa o esposo, su interpretación refiere que el Iyawo se ha casado con el Orisha a través de su consagración.

¿Qué es el iyaworaje?

El Iyaworaje es el periodo correspondiente a un año que comienza a contar a partir de la consagración en Kariosha del iniciado. Durante este tiempo, el recién iniciado debe vestir únicamente de color blanco, y debe respetar una cantidad de restricciones establecidas como: no ingerir bebidas alcohólicas, no asistir a fiestas ni eventos con multitudes de personas, no andar después de las 6 de la tarde en la calle, no bañarse en el mar, en el río o piscinas, entre muchas otras, establecidas para complementar el proceso de depuración espiritual luego de su consagración.

¿Qué significa ser padrino, madrina, Babalocha o Iyalocha?

La palabra Babalosha significa: «padre de santo» y la palabra Iyalosha significa: «madre de santo», es decir, padrino y madrina, respectivamente. Esta figura dentro del orden jerárquico de la Regla de Osha es de vital importancia.

A nivel litúrgico, su función resulta determinante, ya que, es el encargado o encargada de realizar la consagración del aleyo o futuro iniciado, organizando todo lo respectivo al ritual y colocando sus «santos» para que puedan nacer los que serán consagrados próximamente, y de esa forma puedan contar con el Ashé que será transmitido a través del ceremonial.

Además, los padrinos serán los encargados de guiar y educar al Iworo el resto de su vida religiosa y de entregarle cualquier otro fundamento o ceremonial que se requiera por el resto de su vida. El vínculo que se establece entre padrinos y ahijados es indisoluble por lo tanto, lo más recomendable es que se mantenga con mucho respeto debido a su importancia.

¿Quiénes trabajan en una consagración de santo o kariosha?

Además de la Madrina o Padrino (iyalosha o babalosha), se deberá convocar o levantar una cantidad de Iworos para la realización de un kariosha, entre ellos tenemos:

Oyugbona

Su nombre es traducido como: ojos que miran. Viene a ser el segundo padrino. Su función será vigilar, coordinar y ejecutar todas las acciones necesarias para la realización del ceremonial bajo la guía de la Madrina o Padrino.

Oriate u Oba Oriate

Se trata de un Iworo con amplios conocimientos y experiencia en las consagraciones o ritos de la Regla de Osha. Su trabajo representa una gran responsabilidad, ya que, debe dirigir todo el ceremonial.

Babalawos

Son los awoses de Orumila. Debe ser convocado el Awo que le entregó Awofaka o Ikofafun (mano de Orula) al iniciado y determinó su ángel de la guarda, a menos que exista una razón que impida su presencia, en ese caso se sustituirá por otro Babalawo que cumplirá con sus ocupaciones. Su función en este ceremonial es: la realización del registro de entrada, el ebo de entrada y la matanza.

Iworos

Dentro del ceremonial de Kariosha existen múltiples actividades que deben ser ejecutadas por una cantidad específica de Iworos que puede variar dependiendo del Orisha que se va a consagrar, pero su presencia es indispensable para la consagración.

Pataki: Cuando se hizo santo por primera vez

Ocurrió que en la tierra Oshakuaribo Adele Aye ofo, vivía un personaje llamado: Obaralokue, En esa tierra sólo se adoraba a Egun y a Olokun.Obatala estaba muy triste porque los secretos de Osha se estaban perdiendo, todos los días iba a casa de Olokun tocando un agogo y cantando. «agogo nileo agogo lanla agogo nileo agogo la osha».

Al llegar se ponía a recoger piedras de todos los Santos y se las entregaba a Obaralokue, que era hijo de Shango y sí creía en Osha, pero le faltaban las consagraciones. Un día Obatala fue a casa de Awó Oshawo, quien le dijo que buscara a Obaralokue, le pusiera su collar y lo trajera a su casa.

Obatala hizo lo indicado, llevando a Obaralokue a casa de Awó Oshawo. Al llegar, estaban Asheda y Akoda, quienes eran hijos de Olofin y habían sido enviados allí para ayudar a Obatala.

Le hicieron adivinación a Obaralokue y le salió el Odun Okana Yeku. Awó Oshawo le dijo a Obatala, ellos consagraran a Obaralokue en todos los grandes secretos de Osha para que se salve su tierra. Pero como Obaralokue llevaba tanto tiempo viviendo en la tierra Osha kuaribo Adele Aye ofo, tenía la sombra de Egun encima y tenían que quitársela, para que no entorpeciera en la consagración.

Entonces, lo vistieron de mariwó, buscaron un peregún y le dijeron a Obatala que pusiera las piedras de todos los Oshas y encima el peregún. Akoda le dio Osun de Moruro, agarraron dos palomas blanca y se la dieron al cuerpo y a la cabeza de Obaralokue y que cayera sobre las piedras de todos los Oshas y el peregún junto con el osun, cantando: «Osun omo peregun omio, Osun agada Olodumare». Y todo lo llevaron al pie de una Ceiba y lo enterraron.

Después le dijeron a Obatala, coge las piedras de todos los Oshas y el peregún y llévalo para la tierra Osha Kuaribo para consagrarlo, pero antes vamos a hacerle ebó, para que entre limpio. Tomaron una odu ara (piedra de rayo), un gallo, tierra de cuatro esquinas, osun naború, ropa sudada, jutía y pescado ahumado, maíz tostado, aguardiente, miel, coco, vela, muchas miniestras, manteca de corojo, cacao, cascarilla, telas de colores rituales, y pusieron la odu ara sobre el tablero de Ifa y le hicieron ebo.

Después le dieron a Obatala oshinshin, jutía y pescado ahumado, cuatro pedazos de coco, para que llevaran el ebo al río a darle cuenta a Oshun de la consagración que le iban hacer. Que dejara allí las telas y el oshnshin y le dieran ebo misi (baño) en el río después de darle obi omi tuto a Oshun. Una vez realizado todo lo indicado la sombra de Osha cubrió a Obaralokue, entonces recogió el secreto en el fondo del río y le dieron de comer una guinea.

Al terminar se pusieron en camino a la tierra de Osha Kuaribo Adele Aye ofo. Iban tocando una campana y Obaralokue llevaba una tinaja en la cabeza con el agua del río y los dilogunes de todos los Oshas y un pollito e iban cantando: «erulo erulo eruleo omalo iku, erulo erulo omalo omalo iku».

Al llegar le quitaron la tinaja y lo llevaron a consagrar, en aquella tierra le estaba esperando Eshu Laboni. Cuando llegaron lo taparon con una tela blanca y tocó la puerta del secreto de Osha. Cuando entró Asheda le dió una paloma a los pies y realizó el canto respectivo.

Entonces lo metieron para dentro del Igbodu de Osha y lo llevaron a Atebó, donde lo esperaba Osayin, le lavaron la cabeza y lo metieron dentro del Atebó, lo bañaron y lo consagraron en el gran secreto de Osha. Así fue que la tierra de Osha Kuaribo se salvó, se entregó el secreto de Osha y todos comenzaron a consagrarse.

Esta historia sustraída del signo de Ifa Okana Yekun.

Deberes de los iworos o santeros

Atender a sus santos. Mantenerlos limpios y frescos.
Consultar con sus Orishas cuando vaya a realizar un ceremonial importante o a tomar una decisión de relevancia a ver si le es conveniente o no.
Participar a sus mayores las acciones que va a realizar que guarden relación con sus Orisha.
Mantenerse dentro de las costumbres litúrgicas heredadas por sus mayores.
Presentar: plato, dos cocos, dos velas y un derecho (dinero a consideración) al ángel de la guarda de su padrino o madrina cada vez que éste cumplan año de santo.
Presentar: plato, dos cocos, dos velas y un derecho (dinero a consideración) al ángel de la guarda de su padrino o madrina en los días previos a su cumpleaños de santo para que así, su padrino se presente en su casa el día de la conmemoración a dar coco a todos sus Orishas.
Saludar al ángel de la guarda de sus padrinos cada vez que llegue a su casa.
Tirarse ante sus mayores para que lo levanten cada vez que visite su casa o se encuentren en alguna reunión ceremonial.
Arrodillarse cada vez que le estén dando coco o de comer a su ángel de la guarda o al ángel de la guarda de sus padrinos.
Arrodillarse si su mayor se encuentra arrodillado rindiéndole moforibale a algún Orisha.
Tocar el piso con la punta de sus dedos si su mayor se ha tirado para que un Iworo lo levante.
Recibir sus fundamentos únicamente de manos de sus mayores a menos que estos autoricen que pueda hacerlo de manos de otro Iworo.

Deberes del padrino o madrina con sus ahijados

Enseñarle como tiene que atender sus santos.
Ofrecerle todas las herramientas para la educación dentro del mundo religioso.
Educarle de la manera correcta para que el iniciado pueda alcanzar la debida comprensión de su Ita.
Ayudarle a resolver situaciones religiosas, espirituales o adversas a través del ebo en las que el Iworo no pueda valerse por sí mismo, por ejemplo: ante problemas de salud.
Entregarle los fundamentos y realizarle los ceremoniales necesarios.
Asistir anualmente a darle coco a los santos del iniciado cuando se conmemore su aniversario de kariosha, previa notificación del iworo quien habrá acudido anteriormente a presentar: plato, dos cocos, dos velas y un derecho al pie de su ángel de la guarda.

La lista de santo

La lista de santo o de kariosha se refiere a una cantidad de enceres que se requieren para la realización de ese ceremonial. Usualmente puede variar en ciertos aspectos, dependiendo del Orisha que se va a coronar o consagrar, pero en líneas generales se suelen usar los siguientes elementos:

2 Peines, 1 Navaja, 1 tijera.
Manteca de corojo.
Cascarillas.
Maíz tostado.
Miel.
Melaza de caña.
Ashe de santo.
Algodón
Esteras.
Velas blancas.
Aguardiente.
Vino tinto.
Pimienta guinea.
Jutia y pescado ahumado en polvo.
Sobre de iwereyeye.
Jabón de coco y de tierra.
2 huevos de ónix.
Telas de color: azul, blanco, rojo, amarillo.
Sobres de pinturas de color: azul, blanco, rojo, amarillo.
4 pinceles.
4 tinajitas de barro para pintura.
Manos de caracoles cauries.
1 caracol Aye pequeño.
Pulso liso de plata.
2 Tarros o cachos de toro.
Estropajo.
1 hojilla.
1 juego de collares de coronación.
Ilde del ángel de la guarda.
1 vaso, 1 cucharilla y 1 plato de aluminio.
1 tinaja de barro mediana.
Jarra pequeña.
Plumas de loro africano.
Tirros y marcadores.
2 cuadernos.
Herramientas y sopera de los santos a recibir.
Canastilla de ropa blanca que incluye: sabanas, paños, quillas, monos o faldas, sweter manga larga, medias, cholas, ropa interior, ropa de salida.
Si se va coronar un guerrero se necesita adicionalmente: pulso trenzado de plata, cachá del ángel de la guarda, jícaras pintadas con el color del Orisha, garabato, tabacos, sombrero, mariwo. Caramelos si se coronará Eleggua y un machete de madera si se coronará Oggun u Oya.