Oración a San Cipriano: Quien es, Protección, Prosperidad, Dinero y mas

Rezar una oración a San Cipriano puede convertirse en una solución para las preocupaciones de sus devotos. Estas invocaciones gozan de gran popularidad porque suelen ser muy efectivas. Con ellas es posible pedir la intervención de Cipriano para solucionar casi cualquier situación, es muy eficiente ante conflictos amorosos, enfermedades, para la protección ante los enemigos o guerras espirituales.

¿Quién es San Cipriano?

Cipriano fue un mártir cristiano que nació y murió en Turquía. Sin embargo, no siempre fue practicante de esa religión. Un camino muy largo de educación espiritual en diversas creencias recorrió San Cipriano antes de convertirse al cristianismo. En su ciudad natal, Antioquía, desde muy pequeño fue consagrado a diversos dioses, como Júpiter, Apolo, Afrodita, Démeter, entre otros. Por ello, adquirió notables destrezas en la teúrgia (magia blanca griega) y luego también en la goetia (magia oscura), esto le sirvió para convertirse en un brujo muy popular para la época. Luego de conocer a Justina, decidió dejar las prácticas paganas, viviendo apegado a la fe en Cristo hasta sus últimos días.

Leyenda

La leyenda de San Cipriano relata que un vez, luego de salir del templo de Mercurio, Cipriano fue abordado por un muchacho de nombre Agladio (o Agladas), quien le pidió que le ayudara con sus conocimientos mágicos para poder enamorar a una bella joven llamada Justina. Ella era cristiana.

Cipriano como de costumbre, le indicó a Agladio que rápidamente haría que su deseo romántico se hiciera realidad y tendría con seguridad el amor de Justina. Pero, sintió curiosidad de conocer a aquella doncella, al verla quedó prendado de su belleza y a partir de ese momento la quiso solo para él.

Cipriano realizó todos los conjuros que conocía, trabajó incansablemente, pero de ninguna manera logro someter la voluntad de Justina, quien solo deseaba dedicarse a su fe y amor hacia Cristo. En su desesperación, Cipriano habló con el mismo Lucifer en persona, y esté le dijo que no había forma de someter a Justina a través de las artes de la magia, porque debido a su profunda fe en Jesucristo tenía una marca de la Cruz de San Bartolomé en una de sus manos y esa protección era imposible de quebrantar.

Al entender la razón de su fracaso, Cipriano quedó muy decepcionado de todo cuanto había visto y decidió convertirse a la fe en Cristo. Justina apoyó tal decisión y lo encomendó a la tutela del obispo Eusebio. Como era de esperarse, Cipriano pronto se convirtió en un virtuoso conocedor del cristianismo, en poco tiempo fue diácono y sacerdote, hasta llegar a ser obispo de Antioquía.

¿Cuál es su día?

Se tiene la creencia que el día más apropiado para invocar a San Cipriano es el día Sábado, ya que, su energía vibra mucho mejor con ese día de la semana. Sin embargo, como hemos señalado es solo una creencia, ciertamente, el poder de San Cipriano se hace sentir cualquier día que sea invocado.

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¿Cuál es el color de este santo?

Usualmente se relaciona el color púrpura o morado con San Cipriano, en efecto, las velas que se le encienden suelen ser de ese color. La relación con Cipriano y el color morado nace sobre todo de su habilidad para romper maleficios y brujerías, recordemos que el color púrpura contribuye efectivamente con la trasmutación de las energías negativas. Sin embargo, el uso de ese color no es limitativo para el santo, es posible invocarlo a través de luces de otros colores que vibren con mayor intensidad con la petición que estamos realizando.

¿La Oración de San Cipriano es efectiva?

Debido a la educación mística, en compañía de los secretos de astrología y numerología que adquirió en vida, la sabiduría espiritual de San Cipriano es incalculable. Es esa sabiduría la que le da mayor fuerza y poder a las oraciones de San Cipriano, siendo muy efectivas para la invocación de su espiritualidad y la solución de los conflictos que atraviesan sus devotos.

Los Hechizos del libro de San Cipriano

El misterio y gran poder de las oraciones de San Cipriano guarda relación con su famoso grimorio, un libro de hechizos donde se evidencian algunas de las habilidades místicas que adquirió en su paso por la tierra.

Se dice que estando en la ciudad de Antioquía, Turquía, durante sus profundas investigaciones espirituales se retiró a una alejada cueva, donde se cree que a través de rituales y sacrificios estuvo en contacto con una incontable cantidad de espíritus, algunos de ellos malévolos, de hecho, se cree que pudo haber estado en contacto con el demonio mismo. Esas entidades serían las que le proporcionaran la información contenida en los manuscritos con los que luego se crearía su grimorio, popularmente conocido como Libro de hechizos de San Cipriano.

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Oración corta a San Cipriano

«Bendito seas San Cipriano. Que la bendición de Dios guarde tu espíritu y el de tus fieles que nos encontramos en este plano terrenal. Acompáñanos hoy y siempre. Sé nuestra guía en la oscuridad librándonos de las vicisitudes y fortaleciendo nuestra fe. Amén».

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Oración a San Cipriano para pedir protección

Esta oración puede ser utilizada todas las mañanas antes de salir de casa, de esa manera encomendamos nuestra protección y las actividades que pretendemos realizar a San Cipriano.

«Que la gracia de Dios nos acompañe hoy y en todo momento.

Clamo en tu nombre San Cipriano, para demostrar mi profunda devoción.

Agradezco una vez más poder ver este amanecer, a ti encomiendo el desenvolvimiento de todo este día que acaba de empezar.

Guía mi camino para que mis pasos anden por los senderos del bienestar, la salud, el desenvolvimiento y la prosperidad.

Conviértete en mi escudo San Cipriano, quien mejor que tú para defenderme de daños y peligros.

Sabio San Cipriano, Obispo de Corinto, fortalece mi fe para enfrentar los contratiempos que me presente la vida. Sé tú mi apoyo y mi amparo en este largo trajinar.

Protégeme de la muerte repentina, de las enfermedades naturales o postizas, de las traiciones, las trampas, y de los contratiempos que yo mismo no pueda solventar.

De mis enemigos, aléjame. No permitas santo bendito que mis contrarios se acerquen a mí. Resguárdame de toda maldad, de enredos, chismes, envidia y cualquier otro mal.

Que este y todos mis días sean bendecidos en abundancia, plenitud, amor, salud, y felicidad, porque a mi lado caminas San Cipriano y con tu ayuda nada malo ha de pasar.

Con tus ropajes me cubro, con tus manos me alivio, y de lo oscuro me libró. Acompáñeme siempre con la bendición de la santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén».

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Oración a San Cipriano para la prosperidad

Esta oración para la prosperidad podemos realizarla sosteniendo en las manos una vela encendida de color púrpura y una moneda. Al finalizar, la velita se colocará en un rincón de la casa donde pueda consumirse tranquilamente y la moneda se guardará en su cartera o monedero como una reliquia. Puede repetir ese ritual las veces que desee, utilizando la misma moneda, de esa manera la cargará de la energía de la prosperidad emanada por San Cipriano.

«¡Oh virtuoso San Cipriano!

Bendecido has sido por el Señor al permitirte ser nuestro amparo ante la lucha que nos da la vida.

Tu fluido espiritual nos ayuda a librar las batallas espirituales y materiales durante nuestro desenvolvimiento terrenal.

Humildemente te pido en este día que actives las vibraciones de la prosperidad.

Que el desenvolvimiento económico inunde nuestras vidas. Que nuestros negocios sean estables. Que nuestras mercancías compradas. Que nuestro trabajo sea reconocido. Que nuestro conocimiento sea valorado y que todo cuanto hiciéramos para prosperar dé frutos de abundancia, para que ninguno de nuestros esfuerzos sea en vano.

El bien material es necesario para muchas cosas de este mundo San Cipriano, pero de eso no se nutre el alma. Así que mi súplica te implora que influyas en el equilibrio que me permita alcanzar todos los objetivos que me proponga en esta tierra, prosperando también en sentimientos de caridad, de tolerancia, de humildad, de amor y paciencia.

San Cipriano a tus pies ofrezco mi proyecto (hacer petición y contarle los planes para prosperar a San Cipriano) tú conoces mi corazón y sabes cuánto ansío tener éxito. Aquí te dejo todo por lo que he trabajado, para que como un jardinero Divino riegues todas las semillas que he sembrado, hasta que broten de mis esfuerzos y sacrificios todas las recompensas que me merezco, siendo bendecidas por su magnífica presencia. Amén».

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Oración a San Cipriano para conseguir dinero urgente

Se recomienda utilizar esta oración como una meditación para alcanzar la calma y permitir que la espiritualidad de San Cipriano obre en los milagros necesarios para resolver los problemas de dinero que se esté atravesando.

«Amado San Cipriano, en esta santa hora y en este santo momento clamo por tu auxilio y profunda bondad.

Escúchame San Cipriano, soy una humilde y atrasada criatura que en este momento solo cuenta con que escucharas mis ruegos y obtendré tu bendición.

Tu ayuda no solo beneficia a mi persona, también beneficia a los míos.

Desconozco la razón por la que he sido presa de la mala suerte y la pérdida. No hay cosa que haga que resulte bien. Pero mi fe continua firme e inquebrantable.

Tú sabes muy bien cuanto he hecho para mejorar mi situación, pero aun así, continuo a la espera de un apropiado desenvolvimiento.

No te pido lotería, ni dinero que no me haya trabajado, pero si te pido la oportunidad de salir de los contratiempos que me urgen. Un empleo, un préstamo que he de pagar, las puertas abiertas donde me puedan ayudar, es lo que a tus pies vengo a solicitar (hacer petición).

Mientras encuentro el camino apropiado para la solución, te imploro San Cipriano, que emanes en mí la energía de la calma para combatir esta gran desesperación; sentimientos de esperanzas para darle consuelo a esta desolación; fortaleza en mi mente para pensar con claridad los pasos que daré a continuación; y la inteligencia suficiente para sacar el mejor provecho a mis capacidades hasta alcanzar una estable solución.

Bendito San Cipriano, en tus manos entrego mis anhelos y mis inquietudes, de corazón siento que mis plegarias han sido escuchadas y que pronto obtendré la respuesta a mi ruego. Gracias por tu misericordia San Cipriano. Amén».

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Oración a San Cipriano para volteo de daños espirituales

Esta oración para el volteo de brujerías y hechicerías al pie de San Cipriano es recomendable que se realice con un velón de color morado. El velón se encenderá al comenzar la oración. Al finalizar la misma, se volteará sobre un plato blanco con una cruz de sal y se encenderá nuevamente, pero esta vez por la parte inferior diciendo: «Así como yo volteo este velón, volteo todo el mal que me han hecho devolviéndolo a su lugar de origen en su justa proporción, en nombre de San Cipriano. Amén».

«Magnífico San Cipriano. Tú que conoces la luz y la oscuridad.

Tú que has visto la injusticia y la justicia.

Tú que conoces cuanto espíritu existe por la gracia de la creación.

Clamo ante ti tu protección Divina.

Ruego que con tu poder y el de las tres almas que te acompañan y te custodian, me despojes de todo este daño espiritual que me han hecho. Ha sida tanta la osadía de mis contrarios que sus malos oficios se han materializado en mi espacio físico. Ha mermado mi salud, mi bienestar, y mi desenvolvimiento.

Hoy soy víctima de la pérdida y la contrariedad. Me han trabajado con los conocimientos de la brujería y la hechicería oscura, cuando yo no he hecho ningún mal.

Entonces yo acudo a la luz, invoco a tu ser San Cipriano y confío en tu poder, para que usted en nombre de la justicia voltee cualquier obra, daño o maldad material, espiritual, física o mental, que se haya invocado en mi contra.

Volteo las malas intenciones, los malos pensamientos, y las malas acciones de mis contrarios hacia mí. Todo lo que se me hayan hecho, se me estén haciendo o que se me quieran hacer, retornará a su lugar de origen tal como me fue enviado.

Si por agua vino por agua ha de retornar, si por aire vino por aire ha de retornar, si por fuego vino por fuego ha de retornar, si por tierra vino por tierra ha de retornar, obedeciendo el gran poder de San Cipriano. Que así sea, así es, así será. Amén». 

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Oración a San Cipriano para para protección contra los enemigos

Esta oración a San Cipriano para la protección de los enemigos podemos realizarla utilizando una penca de sábila o aloe vera, que será amarrada con una cinta de color rojo en la parte posterior de la puerta de la casa, y se dejará allí como resguardo del hogar y de los enemigos.

«Querido San Cipriano, es a usted que me encomiendo para librarme de todo mal.

Tú que fuiste siempre una criatura bendecida por Dios, pues te permitió conocer la virtud al igual que la impostura, a ti gran santo bendito te pido que me protejas de cualquier daño o atadura.

Te pido que no permitas que entre en mi vida ni en mi hogar ninguna energía negativa o perjudicial. Que todo el mal que venga en mi contra no pueda atravesar el umbral de mí puerta. Libérame de cualquier peligro, socórrame en la necesidad.

Atrapa cualquier energía de tristeza, desunión, conflicto, enredo o enfermedad que a mi casa quiera entrar.

Influye en los pensamientos de mis enemigos haciendo que se olviden de mi existencia. Que no puedan dar con mi paradero. Que a mi casa no logren llegar.

En tu nombre decreto victoria sobre mis enemigos San Cipriano. Decreto en tu nombre para mi vida salud, amor, dinero y bienestar.

No permitas que sucumba ante las traiciones San Cipriano. Sea pues Usted, mis ojos ante los peligros que me quieran perjudicar.

Es usted San Cipriano mi protección del enemigo visible e invisible, conocido o desconocido, hombre o mujer.

Ejemplo eres San Cipriano de que el bien siempre triunfa sobre el mal, por eso mis oraciones son escuchadas y mis ruegos atendidos. En ti confío. Amén».

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Oración a San Cipriano y Santa Justina

Cipriano y Justina son ejemplo de fe y devoción en Cristo, a tal punto, que ofrecieron sus vidas por negarse a renunciar a sus creencias. Por ello, ambos santos fueron decapitados en las orillas del río Galo, en Nicomedia (actual Turquía). Las oraciones a San Cipriano y Santa Justina evocan esa disposición que tienen ambos santos para la ayuda del prójimo.

«Invoco a las almas benditas de San Cipriano y Santa Justina.

Sinónimo son mis queridos santos de humildad y misericordia.

Ruego su piedad para que acudan en mi auxilio.

Seguro estoy de su capacidad para interceder ante Dios por la causa de los hombres (hacer petición).

Acompáñenme de día y de noche sin permitir que sea víctima del desamparo, para que así, pueda entrar en mi vida la salud, el amor, la buena fortuna y la alegría.

Glorioso San Cipriano, resguárdame de todos los males que pudiesen causarme mis contrarios.

Bendita Santa Justina, protégeme de los malos espíritus y de toda mala influencia que quiera trastornar mi camino o someter mi voluntad.

Queridos Cipriano y Justina, desde lo más profundo de mi ser y mi corazón deposito mi fe y mi confianza en ustedes, porque seguro estoy que me mantendrán a buen resguardo. Amén».

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Oración a San Cipriano y las tres almas que vigilan

Las oraciones a San Cipriano y a las tres almas que vigilan, suelen estar dirigidas a temas amorosos en los que se desea endulzar, amarrar, o dominar la voluntad del ser amado. A continuación ofrecemos una oración para tales fines. 

«Invoco el gran poder de San Cipriano y las 3 almas que vigilan.

Con todas las fuerzas de mi alma les pido que me concedan la gracia que profundamente anhelo.

Me encomiendo a los dones espirituales de San Cipriano en compañía de las tres almas que vigilan para dominar el espíritu vivo de mi amado/a (decir el nombre del ser amado).

Por la fuerza de San Cipriano (decir el nombre del ser amado) a mis pies has de venir.

Por la fuerza de las tres almas que vigilas (decir el nombre del ser amado) arrastrado llegarás ante mí.

Por el astro que rige el día de hoy, por el astro que rige el día de tu nacimiento (decir el nombre del ser amado) yo te conjuro, te ato, te amarro y te sentencio a ser solo mío/mía.

San Cipriano, a ti te entrego a (decir el nombre del ser amado), también será vigilado por las tres almas que vigilan, atormentado y desesperado sintiendo un amor frenético, un deseo fuera del normal, una necesidad incomparable que solo será satisfecha cuando a mi lado venga a parar.

A sus pies dejó mi petición que ha quedado pactada, hecho está, hecho se queda. Amén y que así sea».

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Oración a San Cipriano para para quitar brujería

La oración a San Cipriano para quitar brujerías, hechizos y mal de ojos, es muy efectiva debido a la virtud que tiene ese santo para despojar a sus devotos de todo tipo de espiritualidades oscuras. Se recomienda limpiar a la persona afectada con una vela de color morado, un vaso de agua y un manojo de la hierba ruda, ofreciendo posteriormente esos elementos a San Cipriano.

«Venerado San Cipriano. Gloriosa es tu virtud por haber conocido los espíritus de la oscuridad y haberlos cambiado por los espíritus de bondad.

Es por ello que hoy me atrevo a hacerte este ruego. Sé muy bien que pecadoras son mis manos, pero tu fluido me darán la bendición de poder sanar a esta lastimada criatura.

Por la misericordia que viste en la Santísima Trinidad estoy segura/o que escucharás mi ruego.

Te pido San Cipriano que te valgas de esta luz, de esta agua, y de esta hierba que hoy te ofrezco para despojar profundamente y en su totalidad cualquier mal que se encuentre alojado en el cuerpo físico y espiritual de este pobre mortal.

Que no queden malas energías en este ser que lleva por nombre (decir el nombre de la persona que se limpia), ni en su alrededor.

Trasmute usted mi querido San Cipriano toda brujería, hechicería, magia, mal de ojo o encantamiento; la enfermedad de origen natural y la enfermedad de origen espiritual; los conflictos, separaciones, amarres y bajas vibraciones; el estancamiento, la pérdida y todos los atrasos.

San Cipriano, que no haya trabajo, obra, luces, espíritus enviados de cualquier naturaleza, o daños espirituales y físicos que le perjudiquen. Que todo enemigo conocido o desconocido quede neutralizado por su gran poder.

Su protección nos ampara, su protección nos resguarda, en tu nombre nos respaldamos y todo lo malo se aparta. San Cipriano a ti siempre damos gracias. Amén».

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