Oración a San Ramón Nonato

Oración a San Ramón Nonato

La oración a San Ramón Nonato es muy poderosa debido a la gran disposición que siempre ha tenido la espiritualidad de ese santo para la ayuda del prójimo. Usualmente, sus oraciones son utilizados para pedir su intervención para proteger de los peligros a los que se pudieran enfrentar las mujeres embarazadas, los niños que están por nacer, o para salir de situaciones injustas y de gran dificultad. Sus milagros son conocidos en muchos lugares del mundo, por lo que goza de gran cantidad de devotos y seguidores.

«Oh Glorioso San Ramón Nonato. Símbolo de caridad, esperanza, amor a Dios y amor al prójimo. Amparo de los que sufren, de los pobres y los necesitados.

Hoy, como siempre, me encuentro a tus pies suplicante para que te sirvas de interceder ante Dios Nuestro Señor por mi causa, ya que, con urgencia requiero de tu auxilio para poder solventar mis necesidades. Seguro/a estoy que has de acudir en mi ayuda, porque siempre ha sido tu mayor felicidad socorrer a todo el desesperado.

San Ramón Nonato, hermano, devoto y ejemplo de fe, eres la evidencia que demuestra que las enseñanzas de Jesús se convierten en la gracia de seres puros como tú. Por defender y poner en práctica la palabra de Dios fuiste víctima de un cruel martirio, pero eso no quebrantó tu fervor hacia Dios. Ni el candado que colocaron en tu boca apagó tus ruegos y tu devoción San Ramón, porque tu ruego sale directamente desde el corazón.

Con oraciones puras y sinceras aquí se encuentra este/a seguidor/a tuyo/a clamando por tu atención para solucionar las adversidades que me han tocado enfrentar. Con toda certeza confío que, si llevas mis plegarias ante el Creador, obtendré su misericordiosa intervención que me hará libre de mis contrarios y de todo aquel que se levante con falsos testimonios sobre mí.

Adorado San Ramón Nonato, no permitas que mis enemigos puedan triunfar con sus maquinaciones en mi contra, aleja de mi vida a todas aquellas personas que puedan atacarme con difamaciones, intrigas, mentiras, chismes, o falsedad; y de toda mala acción, mala intención, traición y cualquier tipo de maldad.

San Ramón Nonato, bendito y abnegado protector de los más necesitados. No permitas mi querido santo, que sufra cautiverio físico, mental o espiritual durante esta vida. Resguárdame de los injustos y de las situaciones adversas de las que no me pueda librar.

¡Oh San Ramón Nonato! agradecidos estamos todos los que hemos disfrutado de tus favores. Somos la muestra del gozo de tu divina bondad. Es por ello que con notable humildad no nos cansamos de invocar tu poder colmado de la gracia del Señor.

San Ramón Nonato, tu que fuiste recibido en el reino de los cielos por tu sacrificada fe. Fuiste mártir en las manos de los infieles, sin embargo, las vicisitudes no te hicieron perder la fortaleza. Es esa fuerza la que te solicito querido santo. Te imploro que me ayudes a salir de esta tribulación (hacer petición).

¡Oh querido San Ramón Nonato! Tú que te encuentras en el reino de los cielos y disfrutas de la gracia de Dios, atiende por tu piedad mis ruegos y preséntalos ante el creador para que pueda ser bendecido/a con su compasión. Gracias de antemano por tu milagrosa ayuda, lleno/a de fe aguardo paciente hasta que mis problemas sean solventados por tu gloriosa intervención. Que la paz sea contigo San Ramón Nonato. Que así sea, así es, así será. Amén».

(Rezar tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias)

¿Quién es San Ramón Nonato?

San Ramón Nonato

Ramón Nonato nació dentro de una familia noble en un pueblo cercano a Barcelona, llamado Portell, que pertenecía a la antigua Corona de Aragón en España, en el año 1200 d.C. Fue un sacerdote católico mercedario. Lleva el nombre de San Ramón «Nonato» debido a que, fue sacado del útero de su madre ya fallecida por el vizconde de Cardona, quien utilizando la técnica de cesárea le salvó la vida, trayéndolo al mundo. El epíteto «nonnatus» en latín significa: no nacido.

Fue canonizado por el Papa Alejandro VII en 1657, y su festividad es establecida el día 31 de agosto. Debido a su amplio culto, existen muchas ciudades y santuarios con su nombre alrededor del mundo, en lugares como: España, Perú, Costa Rica, Argentina, Uruguay, El Salvador, Brasil, México, Nicaragua, Bolivia, Chile, Venezuela, Estados Unidos, entre otros. San Ramón Nonato es conocido como un santo muy prodigioso.

¿Qué se le pide a San Ramón Nonato?

Los seguidores de San Ramón Nonato suelen pedirle su intervención para solucionar situaciones relacionadas con: 

  • La protección de niños antes y después de nacer.
  • Llevar a feliz término los embarazos y tener partos favorables.
  • Salir de situaciones injustas y librarse de falsos testimonios, difamaciones y acusaciones infundadas.
  • Sanar dolencias y afecciones de salud, en especial en los casos en que sufre de fiebre.
  • Para proteger a parteras, obstetras y a todos los profesionales que trabajan durante el proceso del alumbramiento.
  • Obtener la libertad cuando se ha sido encarcelado en circunstancias injustas.

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Oración a San Ramón Nonato para callar bocas

Oración a San Ramón Nonato para callar bocas

«La bendición de Dios Todopoderoso, la bendición del Milagroso San Ramón Nonato, santo de mi devoción, clemente guía y compañero espiritual de todos los que sufrimos a causa de las injurias y la difamación.

Tú, San Ramón Nonato, bendecido por Dios por tus nobles actos hacia el prójimo, plagados de sacrificios y profunda fe. Tú que fuiste callado para que no pudieras predicar la palabra, aun cuando lo que tenías que decir era un mensaje de amor y hermandad. Tú, San Ramón Nonato, pon entonces ese candado en la boca de los que sí lo merecen. En la boca de los injustos, de los infames que me quieran hacer mal. 

Amado San Ramón Nonato, en tu poder me amparo cubriéndome con tu protección, para que lo que tenga que decir (menciona el nombre de la/s persona/as que se quiere callar) no pueda perjudicarme, atrasarme, generarme pérdidas, conflictos o ensuciar mi reputación.

San Ramón Nonato, bloquea con tu energía bendita todos los planes perjudiciales de mis contrarios, no les permitas accionar en mí contra, apacigua su mala voluntad, así como, los moros desistieron de practicarte más torturas al entender que tu convicción era pura y genuina y que al precio que fuese necesario seguirías el camino de Jesús Redentor.

Escúchame San Ramón Nonato, que esta humilde oración que ofrezco en tu nombre sirva para callar las bocas de los insensatos, de los malintencionados, de los falsos y mentirosos. En ti confío para que la paz se asiente en mi vida, logrando permanecer lejos de todos los que me acechan y desean perjudicarme.

San Ramón Nonato, gracias por la gran misericordia con la que escuchas a todos los necesitados, te suplico atiendas mi petición como siempre lo has hecho. Que la bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo nos acompañe hoy y siempre, amén».


Oración a San Ramón Nonato contra las malas lenguas

Oración a San Ramón Nonato contra las malas lenguas

«¡Oh clemente San Ramón Nonato! Bendecido hijo de Dios, seguidor impecable de Jesucristo e iluminado por la gracia del Espíritu Santo.

En tu transitar por esta Tierra fuiste sometido a los tratos más crueles, expuesto en cada esquina para quebrantar tu fe, más tu espíritu es tan puro que soportaste sin flaquear el martirio que te fue impuesto.

Te suplico entonces, bondadoso santo mío, que me prestes tu diligente intervención ante el Creador, para contar con la protección divina contra las malas lenguas que, inspiradas en las inequidades de las almas de los malvados quieren atentar contra mi persona y mi reputación.

Obra sobre mis asuntos querido San Ramón Nonato, no me desampares ni hoy, ni nunca. Dios Misericordioso, Padre de piedad, a tus pies envío mi solicitud de la mano de tu excelso hijo San Ramón Nonato, para que escuchando mis ruegos desde su corazón pueda disfrutar de tu generosidad infinita. Amén».


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Oración a San Ramón Nonato para casos difíciles

«Admirado San Ramón Nonato. Tú eres destello de nobleza y convicción. Ejemplo ferviente de amor a Dios, representante de las enseñanzas de Jesús y piadoso de verdad.

Amado Mercedario, que intervienes ante las causas difíciles. Tú abogas por el necesitado que sufre, por el que padece y por el que no puede resolver por sus propios medios sus vicisitudes. Tu auxilio no discrimina, ya que, aprendiste en carne propia lo que es la desdicha y la desesperación.

Es por ello que, bendito eres San Ramón. Asistes a todos los hombres que perdidos y atormentados vagan por el mundo, eres el resguardo de las doncellas, respaldo de las casadas, escudo de los atacados y calumniados, alimento de los pobres y buena siembra de los agricultores, puerto seguro para los desamparados, emancipación los cautivos, la salud de los enfermos, y el auxilio ante todos los males.

En los pasajes de tu vida me inspiro para fomentar dentro de mí los valores y los principios con los que debemos actuar en esta Tierra, y que claramente fueron enseñados desde el más profundo amor de nuestro Señor Jesucristo. Siguiendo sus pasos, no tuviste miedo alguno para enfrentar torturas, encierros, y los más dolorosos maltratos, saliendo fortalecido después de cada uno de ellos.

Tú, mi querido San Ramón Nonato, que nunca abandonaste tu misión orientada a la ayuda al prójimo y cargada de un largo peregrinaje. Tú, bandera contra la injusticia, defensor de los esclavos y de los más necesitados. Convertiste a aquellos que estaban sedientos de fe.

Bautizaste en nombre de Dios a muchos siervos que caminaban sin rumbo, por eso, los que tenían poder llegaron a temer de tu grandeza y de la sabiduría de tus palabras, pues tu poder de enseñanza los podía hacer libres.

Hoy, admirado/a ante tantos actos de amor y fe que te representan, me presento ante ti para implorar tu milagrosa ayuda, te ofrezco sobre mis manos a mi corazón desnudo y lleno de la más profunda fe. Te agradezco desde un principio por escuchar mis oraciones, porque seguro/a estoy que cada una de mis palabras han sido recibidas a tus pies, ya que, siempre estas presto a socorrer al necesitado.

Ayúdame te lo pido, San Ramón Nonato, para mayor gloria de tu digno espíritu, que por tu magnífica intervención pueda salir de las adversidades que me atormentan. Líbrame entonces, de tanta calamidad (hacer petición).

Bendito San Ramón Nonato, una vez escuchadas mis plegarias ha quedado en tus manos mi causa. Mi alma se regocija con la paz y la tranquilidad emanada de tu espíritu y aguarda pacientemente a que se materialice la solución de mis dificultades. Aboga en mi nombre ante Dios Padre, para que me otorgue su comprensión, benevolencia y protección ante cualquier ataque que pudiesen atreverse a realizar mis enemigos.

No permitas que sea víctima de difamaciones, chismes, enredos, falsedades, injusticias, cautiverio y falsos testimonios. Sea usted, San Ramón Nonato, mi escudo protector y mi bandera de victoria ante las dificultades y sobre mis contrarios.

A Dios gracias por permitirnos disfrutar de tan bondadoso beato, que acude al resguardo del atribulado. Te pedimos Señor que pueda gozar por los siglos de los siglos de la magnificencia de tu gracia, para que así, continué asistiendo a las criaturas de tu creación.

Amén y que así sea».

(Rezar tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias)


Oración a San Ramón Nonato para mujeres embarazadas

Oración a San Ramón Nonato para mujeres embarazadas

«San Ramón Nonato, prodigioso desde tu nacimiento. Dios Padre destinó tu llegada a esta Tierra para la ayuda de tus hermanos en la fe, siendo tan profunda tu misión que del vientre de tu madre fuiste alumbrado contra todo pronóstico.

Ante ti, humilde y suplicante me postro como lo hacen todos tus devotos. Confiados creemos con fe total lo milagroso que eres y la disposición de ayudar a otros que desde siempre has tenido.

Escúchame San Ramón Nonato, atiende este ruego que viene cargado de gran amor y preocupación. Acudo ante ti noble patrono de las embarazadas, para encomendar a tu cuidado a (nombre de la persona por a que se hace la oración) y a la criatura que se gesta en su vientre.

Santo de mi devoción, eficiente eres sin dudar, ante el resguardo necesario para las mujeres en estado de gravidez. Tú, que fuiste prueba de lo prodigioso que puede ser el milagro de la vida. De esa misma forma en la que llegaste a esta Tierra para contribuir y dejar tu huella en la existencia de otros, así mismo, trae a este mundo a ese ser que espera con ansias su familia, mientras se forma saludablemente en el vientre de (nombre de la persona por a que se hace la oración).

Bendice San Ramón Nonato a esa criatura y a su madre (nombre de la persona por a que se hace la oración), cólmalos de salud, para que su embarazo llegue a buen término, y durante todo el tiempo que corresponda para una buena gestación. Sea su partero usted, bendito San Ramón Nonato, asístale durante el alumbramiento, para que el día de su nacimiento llenos de regocijo en tu nombre celebremos la buena nueva de tener un nuevo integrante de nuestra familia, que llegará a este mundo a vivir bajo los preceptos de Dios, alcanzando los objetivos que le fueron otorgados como misión de vida.

Agradecidos estamos y estaremos por siempre por tu caritativa ayuda todos los que confiados nos entregamos a tu amparo. Que la bendición de Dios nos resguarde ahora y siempre.

Amén».


Oración de San Ramón Nonato contra las difamaciones

«Invoco la amable intercesión de San Ramón Nonato, mártir hermano, amigo de fe, valiente mercedario, sinónimo de sacrificio y bondad.

Con un candado tus labios fueron sellados sin justicia alguna, porque lo único que anhelabas era compartir la palabra de Dios Nuestro Señor, con aquellos que estaban prestos a escuchar el llamado de la conversión.

Sin embargo, tus clementes acciones hablaron por sí solas, y con tu sacrificio salvaste a aquellos que injustamente fueron encerrados por su fe. Hoy, clamo tu auxilio San Ramón Nonato, para que, así como tú fuiste silenciado injustamente, ahora sean callados los injustos.

Ten en cuenta mi oración San Ramón Nonato, para que por tu magnífica intervención pueda librarme de todas las consecuencias perjudiciales ocasionadas por los malos comentarios, las malintencionadas conversaciones y cualquier difamación que haya sido realizada en mi contra.

No permitas San Ramón Nonato que triunfe el mal por encima de mí.  En tu mediación confío. Que tu influencia me valga para traer la tranquilidad, la calma, la resolución de los conflictos y la salida a las dificultades provocadas por los intereses malévolos de quienes se oponen en mí camino. 

Dios de los Cielos, agradecidos estamos por permitirnos contar con la ayuda de un santo benefactor como San Ramón Nonato, muestra de tu inmensa misericordia y del amor tan profundo que puedes manifestar a través de tus hijos más devotos.

Enaltece su espíritu para mayor honra tuya Señor mío, para que así pueda servirte como siempre lo ha hecho con sus acciones en pro de la humanidad. Permite que salgamos pronto de nuestras adversidades, contando siempre con la compañía del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo.

Amén».


Historia de San Ramón Nonato

Historia de San Ramón Nonato

La historia de San Ramón Nonato cuenta que se hizo miembro de la orden religiosa de los Mercedarios, fundada por San Pedro Nolasco, cuya función principal se dedicaba al rescate de cautivos católicos que habían sido apresados por los moros en el Norte de África.

Para realizar la noble labor de los mercedarios, era necesario disponer de dinero para el rescate de los cautivos, sin embargo, se cuenta que en múltiples ocasiones San Ramón salía al rescate de los presos sin contar con los medios económicos suficientes, confiando únicamente con la ayuda de la divina providencia, llegando incluso a ofrecerse como rehén por la libertad de algunos prisioneros que se encontraban en peligros extremos.

Cabe destacar, que su abnegado comportamiento molestaba en gran proporción a los infieles, quienes, en represalias por su profunda fe, lo sometían a tratos enormemente crueles, llegando al punto en el que, en peligro de muerte, el líder de los musulmanes detuvo esas acciones por temor a que San Ramón perdiera la vida y no pudiese recuperar la cantidad de dinero que representaban los presos que había liberado a cambio de mantenerlo en cautiverio.

Cuando San Ramón logró estar en libertad, siguió con su labor evangelista incentivando a los cristianos a mantener su fe y logrando convertir y bautizar a algunos mahometanos. Esto enfureció al gobernador quien ordenó que fuese asesinado y empalado. Pero, debido a los intereses económicos que caían sobre San Ramón, para no perder el valor de su rescate, su castigo fue reemplazado por la flagelación.

De cualquier manera, él continuó firme en su fe y mantuvo sus acciones caritativas y sacrificadas, lo cual, con el paso del tiempo seguía siendo motivo de más torturas en su contra. Se dice, que una vez que el gobernador se enteró que no desistía en compartir su fe e inspirar a la conversión de otros, instruyó que San Ramón fuese azotado en todas las esquinas de la ciudad y que sus labios fuesen perforados con un hierro a fuego vivo para colocarle un candado en la boca, cuya llave guardaba él mismo y sólo la daba al carcelero a la hora de las comidas.

El martirio de San Ramón fue bastante tortuoso hasta que, transcurridos ocho meses, San Pedro Nolasco pudo enviar a algunos mercedarios a negociar su rescate, con la orden de que volviera a España, la cual, cumplió con mucho pesar, pues fuese preferido quedarse en África brindando ayuda a los esclavos.

Para 1239, fue nombrado cardenal por Gregorio IX, sin embargo, ese honor fue ignorado en lo absoluto por San Ramón, manteniendo sus humildes costumbres. Más tarde, fue solicitada su presencia ante el Papa en Roma, de camino y llegando a Cardona, en las adyacencias de Barcelona, fue atacado con un fuerte cuadro febril que empeoró hasta causarle la muerte. Contaba apenas con treinta y seis años cuando falleció el 31 de agosto de 1240.


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