Oración de sellamiento con la sangre de Cristo
La sangre de Cristo es una representación altísima del amor y de la misericordia de Dios, al permitir que fuese derramada la sangre de su hijo para la salvación del hombre. Es por ello, que invocar la sangre de Cristo se convierte en una alabanza, un agradecimiento, y una petición que a través de la oración adquiere un poder muy elevado, ayudando en gran magnitud que nuestros ruegos sean escuchados.
¿Para qué sirve la oración de sellamiento con la sangre de Cristo?
Para comprender con claridad para qué sirve la oración de sellamiento con la sangre de Cristo es necesario consideremos el significado esencial que tiene el cuerpo y la sangre de Jesús. Recordemos que al comulgar hacemos honor a su palabra: “el que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece y yo en él” (Jn. 6:56) esto quiere decir que la sangre de cristo purifica, santifica y sana el cuerpo y el espíritu.
La sangre es sinónimo de vida, es la manera en que Cristo demuestra su mayor amor hacía los seres de la creación porque la ofrece para nuestra redención. La Biblia nos enseña expresamente su significado al ser la sangre del Cordero de Dios el sacrificio para el perdón de los pecados. Entonces, la oración a la sangre de Cristo obedece a la fe que tienen los creyentes a su gran poder, sirve para sellar ese pacto de protección, sacrificio y amor mediante el cual, Jesús nos garantiza nuestra salvación.
Oración de sellamiento con la sangre de Cristo
«En nombre de Dios Todopoderoso, aquí me presento yo (decir su nombre y apellido) entregándome a tus pies para que me selles con la santísima sangre del pacto que tu Hijo ofreció a nuestro favor.
Ahora mismo sello a tus pies Jesús mío, a mis hijos (decir sus nombres) con esa sangre sagrada que tu derramaste a favor de todos nosotros, para que de hoy en adelante y hasta su último suspiro sean personas llenas de triunfo en todo lo que emprendan.
Cristo bendito, coloca aquí el sello de tu sangre para que impere encima de mis sentimientos y de mi mente pensamientos de éxito, de dicha, de calma y paz.
Precinta Señor Jesús, con tu sangre pura todo mi patrimonio, de manera que a partir de este momento todo lo que realice llegue hasta la prosperidad y la abundancia.
Úngeme de tu valiosa sangre Dios Hijo, esa que fue derramada durante tu tormentoso calvario, para que fluyendo sobre mi cuerpo pueda purificarme y bendecirme con buena salud, sellando mis 5 sentidos: vista, tacto, olfato, oído y gusto; todos los rincones de mi cabeza, tronco y extremidades; protegiendo mis órganos vitales y cada una de mis células para alcanzar un buen vivir.
Que el sello de tu sangre inmaculada custodie la puerta de mi casa, al igual que sean resguardadas las ventanas, las paredes, los pisos, los objetos, y cada una de sus habitaciones, evitando que los espíritus de bajas luces, de tristeza, del infortunio, de la amargura, de la desdicha, y de la enfermedad puedan entrar. Todo lo malo ha de seguir de largo al pasar frente a mi hogar porque sellado está por la sangre del Cordero de Dios, y ningún ente negativo podrá perjudicar a los que dentro habitamos. Tal como lo dice la palabra en el libro de Éxodo: ‹Así el señor no dejara que el destructor entre en las casas de ustedes›.
Cristo redentor, sella con tu sangre mis caminos para que por todos los lugares por donde tenga que andar me mueva resguardado con tu sello protector, que mis enemigos conocidos o desconocidos, hombre o mujer, no puedan encontrarme, perjudicarme o tenderme trampa alguna. Tú manto de sangre bendita me oculta de sus ojos, me hace invisible ante sus miradas, vencedor sobre sus planes, deseos e intenciones.
A tu lado venzo cualquier maquinación del demonio. Todo lo que venga en mi contra queda neutralizado, destruido, revocado y sin ningún poder, porque tu sello siempre prevalece, provocando que todo lo malévolo se aleje, desapareciendo para siempre.
Por eso clamo que todo espíritu demoniaco retrocederá ante el sello de la sangre del Señor, y me he de ver libre de todo ataque, de mentiras, o falsedad impuesta por Satanás. Pues, soy un fiel creyente de tu poder Jesús mío. Mi fe hacia ti es absoluta e inquebrantable. Tú me has de amparar y es por eso que ninguna mala energía podrá tocar ningún bien espiritual o material que me pertenezca, porque ha sido ofrecido en nombre de Dios y por lo tanto, porta su sello.
Que la sagrada sangre de Cristo selle a mi familia, amigos y todo aquel que bien me haga, para que quedemos alejados de todas las perturbaciones del maligno, libres de personas negativas prestas a los conflictos, los chismes, la envidia, el robo, los enredos, y resguardados ante el desánimo, el fracaso, o cualquier otra tragedia.
El sello de la sangre de Jesús queda pactado sobre mí y todas las generaciones que vengan después de mí, para mantenernos con la bendición del Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén».
Oración de sellamiento y protección con la sangre de Cristo
«Señor Dios mío, aquí estoy yo (decir su nombre y apellido), postrado ante los pies de nuestro Señor Jesucristo, rendido a su voluntad, apegado con la fe infinita de su misericordia, dispuesto a una entrega total con todo mi corazón, mi alma y mi ser.
Clamo a ti, porque tu grandeza fue exaltada de tal forma por el Creador, que fuiste muerto y resucitado, y al lado del Padre de los cielos te sientas en tu trono Celestial.
A tu sangre me encomiendo y sello con tu protección mí vida, la de mi familia, mis amigos, mis allegados, mi hogar y todos a los que allí pertenezca, así como a mi trabajo o negocio; sello todo lo que poseo, tanto espiritual como material.
También sello mis sentimientos y mis emociones para que no puedan ser penetrados por odios, antipatías, miedos, tristezas, soledad, desdichas, y todo lo que los pueda enfermar.
En mi nombre (decir su nombre y apellido) sello mi esencia, mi alma, mi espíritu, mi mente y voluntad con tu fluido benefactor que no es más que tu sangre bendecida desde las alturas por Dios, para que tu protección sea total.
A la sangre de Cristo me encomiendo, me cubro y me amparo, para que queden sellados mis cuatro costados y todo mi ser, a partir de este momento no habrá intervención maligna alguna que pueda hacerme daño. Amén».
Oración de sellamiento con la sangre de Cristo para la casa
«Al poder de la sagrada sangre de mi Señor Jesucristo me encomiendo, para que sea sellado en su nombre mi cuerpo físico y espiritual, mi mente, mis sentimientos, y mis pensamientos.
Con el poder de la sagrada sangre de mi Señor Jesucristo sello mi casa, y la de los integrantes de mi familia (nombrar a cada uno de ellos), también a todas nuestras amistades que nos visitan. Sello en nombre de la sangre del pacto de Dios nuestras relaciones, nuestros empleos, negocios, emprendimientos y todo lo que nos permita prosperar.
Con el poder de la sagrada sangre de mi Señor Jesucristo sello mi hogar y todo su espacio físico, sus puertas, sus columnas, paredes, ventanas, habitaciones, cubiertas, objetos, todo lo que se encuentra en su interior y todo lo que le rodea.
Con el poder de la sagrada sangre de mi Señor Jesucristo, sello todo acercamiento negativo que pueda tener todo cualquier contrario hacia mi persona, mi familia o mi hogar. Es detenido y revocado todo aquel que con malas intenciones se nos acerque.
Con el poder de la sagrada sangre de mi Señor Jesucristo sello toda perturbación, baja energía, fuerza del mal, enfermedad, revolución, sufrimiento, pérdida, pelea, y maldiciones, para que su influencia negativa no tenga poder alguno encima de nosotros.
Gracias le doy al poder de la sagrada sangre de mi Señor Jesucristo, sacrificio de amor, que hoy retribuimos con fe y devoción. En alabanzas pronuncio tu nombre hoy y siempre Señor Jesús, redentor nuestro. Amén».
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Oración de sellamiento con la sangre de Cristo para el negocio
«Dios mío, ejemplo de misericordia y bondad. Tu presencia se siente en todo lo que existe, así como, en todo lo que hacemos. Fue tan elevado tu amor hacia nosotros que hasta tu propio hijo nos enviaste, quien sin dudar se sacrificó por el perdón de nuestras almas.
Ante ti Jesucristo revelo mis pecados, porque solo tú eres quien me limpia y me sana de los errores que cometemos cuando sucumbimos ante la tentación. No te apartes nunca de mi lado, pues solo en ti confío y a tus pies deposito toda mi esperanza.
Fuimos, somos y seremos siempre renovados hasta la eternidad por el sacrificio de tu hijo, por eso en tu nombre siempre clamamos, porque tu amor es incomparable, por los siglos de los siglos tu nombre será enaltecido con la mayor gloria.
Con la sangre de Cristo sello todos mis asuntos porque la sangre de Cristo tiene poder. Cúbreme, ampárame y bendíceme siempre.
No existen palabras y ni alegorías para agradecer tu infinito amor reflejado en salud, en vida, en la existencia misma.
Derrama tu sangre bendita en todas mis finanzas. Se tú mi administrador. En tus manos encomiendo mis negocios, mi empleo y mi profesión, sellados están por el fluido sagrado que no permitirá ningún tipo de corrupción.
Con tu sangre bendita sella todo mi intelecto, permite que la sabiduría venga a mí para que brillen mis habilidades y en consecuencia prosperen mis planes y mis proyectos hasta que sean alcanzados mis objetivos.
Sella con la sangre de Cristo todo mi triunfo, así como lo hiciste con el rey Salomón que fue bañado en bendiciones de sabiduría, reconocimiento y éxito.
Que la pobreza, la miseria, la desidia, la desmotivación, la procastinación o cualquier tipo de atraso quede sellado por tu sangre poderosa, de manera que no pueda provocar atraso alguno que me pudiese perjudicar.
Con la sangre de Cristo sello todo lo que pueda oponerse a mi evolución material, no existirá envidia, trampa, pérdida, contratiempo, ruina, bancarrota, opositor, enemigo declarado o desconocido, entidad malévola, espíritu demoniaco o de baja vibración que pudiese impedir mi éxito y abundancia.
La evolución, el desenvolvimiento, y la bonanza viven en mí porque he sido sellado contra toda energía y circunstancia negativa. Al igual que en mí vivirán por siempre las acciones y las palabras de Cristo redentor que con tu sangre nos salvaste de la agonía eterna.
Gracias siempre te doy Jesús mío, gracias por escucharme, por atender mis súplicas, por tu infinito amor y por tu misericordioso sacrificio. Amén».
Oración de sellamiento con la sangre de Cristo para los hijos
«En nombre de Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo, clamo a la sangre de Cristo día tras día. Al divino Hijo le suplico que con su sangre bendita, llena de gracia sin igual, selle de manera total y rotunda los peligros que asechan a mis hijos, aquí, ahora y en cualquier lugar.
Tú que has sido adorado, bendecido y subido hasta el trono de los cielos por tu padre, el Padre nuestro, y que fuiste encomendado en la sacrificada misión de salvación y fe, te imploro que selles la vida de mis hijos (decir los nombres de sus hijos) para que tu protección sea impenetrable, que el mal no encuentre cabida en ellos de ninguna forma, especialmente cuando las situaciones se pongan más turbulentas y sean expuestos a la asechanzas del pecado o de la maldad.
A partir de este mismo momento, a esta hora y por siempre, sello y protejo, amparándome en el poder de la sangre Cristo la vida de mis hijos para su bien. Sello su mente, su cuerpo, su alma, espíritu, pensamientos, palabras y obras, para que no les sobrevenga accidente, tragedia, enfermedad, vicio, daño o maldición que pudiese perjudicar su camino hacia el éxito contando siempre con la bendición de Dios. Amén».
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Oración de sellamiento del padre Wilson Salazar
Sellamiento en el poder de Dios uno y trino
«Nuestro auxilio es el nombre de Dios Padre que hizo el cielo y la tierra.
Nuestro Auxilio es el nombre del Señor Jesús que ha redimido el cielo y la tierra.
Nuestro auxilio es el nombre del Espíritu Santo que santifica el cielo y la tierra.
¿Quién cómo Dios Padre Creador? Nadie como Dios Padre Creador.
¿Quién cómo Dios Hijo Salvador? Nadie como Dios Padre Creador.
¿Quién cómo Dios Espíritu Santo Santificador? Nadie como Dios Padre Creador.
El poder el honor la majestad al Dios soberano de todo hoy y por toda la eternidad.
Santo Dios poderoso, Santo Dios Majestuoso, Santo Dios Omnipotente.
Oh Dios Padre Creador de todo, que con tu grandeza, sabiduría y omnipotencia diste vida a todo lo creado, Yo… invoco tu divino y majestuoso poder sobre mí, ven a mí, pobre criatura necesitada de ti, ven Padre mío.
Séllame con tu poder creador.
Séllame Padre con tu grandeza infinita.
Séllame Padre con tu majestad santa.
Contra las jerarquías satánicas:
Padre Mío: Séllame, cúbreme, defiéndeme, protégeme y libérame hoy y siempre.
Contra los Serafines satánicos:
Padre Mío: Séllame, cúbreme, defiéndeme, protégeme y libérame hoy y siempre.
Contra los Querubines satánicos:
Padre Mío: Séllame, cúbreme, defiéndeme, protégeme y libérame hoy y siempre.
Contra los tronos satánicos:
Padre Mío: Séllame, cúbreme, defiéndeme, protégeme y libérame hoy y siempre.
Contra los Principados satánicos:
Padre Mío: Séllame, cúbreme, defiéndeme, protégeme y libérame hoy y siempre.
Contra las Potestades satánicas:
Padre Mío: Séllame, cúbreme, defiéndeme, protégeme y libérame hoy y siempre.
Contra las Virtudes satánicas:
Padre Mío: Séllame, cúbreme, defiéndeme, protégeme y libérame hoy y siempre.
Contra los Arcángeles satánicos:
Padre Mío: Séllame, cúbreme, defiéndeme, protégeme y libérame hoy y siempre.
Contra los ángeles satánicos:
Padre Mío: Séllame, cúbreme, defiéndeme, protégeme y libérame hoy y siempre.
¿Quién como Dios Padre, que me sella con su poder infinito? Nadie como Dios Padre Creador (tres veces).
Oh Dios Jesucristo Salvador de todo, que con tu vida, pasión y muerte diste redención a todo lo que existe, yo… invoco tu preciosísima Sangre sobre mí, pobre y desvalido, necesitado de ti, ven salvador mío.
Séllame Jesús mío con tu poder Salvador.
Séllame Jesús mío con tu poder redentor.
Séllame Jesús mío con tu poder omnipotente.
Contra las fuerzas de demonio sus jerarquías y sus legiones:
Jesús mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme, y libérame hoy y siempre.
Contra los espíritus satánicos del viento:
Jesús mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme, y libérame hoy y siempre.
Contra los espíritus satánicos del agua:
Jesús mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme, y libérame hoy y siempre.
Contra los espíritus satánicos del fuego:
Jesús mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme, y libérame hoy y siempre.
Contra los espíritus satánicos de la tierra:
Jesús mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme, y libérame hoy y siempre.
Contra los espíritus satánicos del norte, sur, oriente y occidente:
Jesús mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme, y libérame hoy y siempre.
Contra los espíritus inmundos de la madrugada, la mañana, la media mañana, medio día, de la tarde, de media tarde, de la noche, de media noche:
Jesús mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme, y libérame hoy y siempre.
Contra los espíritus inmundos deambulantes, depravadores, contaminadores, trituradores, vejadores, merodeadores, aniquiladores, vengadores, paralizadores, bloqueadores, posesivos, ambientales, ruidosos, obsesivos, infernales.
Jesús mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme, y libérame hoy y siempre:
Contra los espíritus inmundos de sectas, magia, brujería, hechicería, falsedad, satanismo, superstición, ocultismo, salamientos, ciencias ocultas, misas negras, maldición, vejación y todas las inmundicias.
Jesús mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme, y libérame hoy y siempre.
Contra todos los espíritus inmundos de ira, soberbia, gula, pereza, orgullo, envidia, avaricia, muerte, destrucción, pobreza, enfermedad:
Jesús mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme, y libérame hoy y siempre.
¿Quién cómo Dios Hijo que me sella con su poder infinito? Nadie como Dios Padre Creador (tres veces).
Oh Dios Espíritu Santificador de todo, quien con tu poder, grandeza y santidad diste forma y figura al hombre y al universo y sostienes todo lo creado.
Yo… invoco tu poderosa santidad sobre mí que soy una pobre criatura sin méritos y débil. Ven Santificador mío.
Séllame Espíritu santo mío con tu poder santo.
Séllame Espíritu santo mío con tu poder celestial.
Séllame Espíritu santo mío con tu poder infinito.
Contra el demonio, sus jerarquías y sus agentes espirituales y materiales:
Espíritu Santo mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme y libérame hoy y siempre.
Contra los espíritus inmundos que me han atacado desde mi concepción:
Espíritu Santo mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme y libérame hoy y siempre.
Contra los espíritus inmundos que me han atacado desde mi gestación:
Espíritu Santo mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme y libérame hoy y siempre.
Contra los espíritus inmundos que me han atacado desde mi infancia:
Espíritu Santo mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme y libérame hoy y siempre.
Contra los espíritus inmundos que me han atacado desde mi juventud:
Espíritu Santo mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme y libérame hoy y siempre.
Contra los espíritus inmundos que me están atacando en este momento de mi historia:
Espíritu Santo mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme y libérame hoy y siempre.
Contra los espíritus inmundos que atacan mi mente y mis sentidos:
Espíritu Santo mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme y libérame hoy y siempre.
Contra los espíritus inmundos que me atacan mi mente y mis sentidos.
Espíritu Santo mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme y libérame hoy y siempre.
Contra los espíritus inmundos que atacan mi cuerpo y mi fuerza:
Espíritu Santo mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme y libérame hoy y siempre.
Contra los espíritus inmundos que han atacado mi pasado mi presente y desean destruir mi futuro hacia la eternidad:
Espíritu Santo mío, séllame, cúbreme, protégeme, defiéndeme y libérame hoy y siempre.
¿Quién como Dios Espíritu Santo que me sella con su santidad eterna? Nadie como Dios Padre Creador (tres veces).
Dios creador mío, Dios Salvador mío, Dios Espíritu Santo santificador mío, cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día, cada semana, cada mes y cada año de mi vida tu poder me sella, protege, cuida y defiende contra el espíritu del mal y todas sus jerarquías y agentes espirituales y materiales.
Vivo de ti Padre Creador.
Vivo en ti Señor Salvador.
Vivo por ti Señor Santificador. (Tres veces)
Amén, Amén, Amén».