Oración a la Divina Providencia
La oración a la Divina Providencia está dirigida especialmente a implorar por la influencia benefactora de Dios sobre los asuntos de los hombres, basándose en la creencia que indica que Dios es el Creador del Universo, y todo lo que sucede dentro de la existencia obedece a su plan divino. A través de los rezos, se logra una especie de mediación con el Ser Supremo, para procurar recibir la mayor ayuda posible de la acción divina, es decir, que Dios realice «milagros» sobre nosotros.
¿Qué es la Divina Providencia?
La Divina Providencia se trata de la acción mediante la cual, Dios lleva a cabo su voluntad para garantizar el cumplimiento de sus designios, gobernando el destino de los seres humanos e influyendo en el orden natural de las todas cosas.
Para comenzar a comprender el funcionamiento de la influencia de Dios sobre toda la existencia, debemos tener en cuenta que Él, ha creado como recurso inicial las las leyes de la naturaleza, a través de ellas se mantiene la preservación y el equilibrio del universo y de las criaturas que lo componen.
Aunque las leyes naturales siguen su curso, porque así quedó establecido por disposición divina desde la creación, Dios sigue siendo regente de todas ellas, por lo tanto, es posible que cambie o intervenga en los asuntos terrenales que según su sabiduría estime necesario.
Sin embargo, el concepto sobre la Divina Providencia tiene varias interpretaciones, entre ellas las filosóficas. Los griegos de la época precristiana no concebían la idea de la Divina Providencia como tal, más bien, le llamaban «destino», teniendo en común la percepción en la que una instancia superior e impersonal, definía los designios irrevocables por encima de todo lo existente.
Sea como sea, el paganismo antiguo fue asumiendo de forma gradual el entendimiento y la creencia que existe una providencia o una influencia por parte de una entidad suprema sobre todos los hombres.
La doctrina católica sobre la Providencia Divina manifiesta que Dios posee el control sobre todas las cosas. Él es el único gobernante del universo, regente absoluto del mundo físico, y del destino humano, interviniendo directamente sobre sus éxitos o fracasos y sobre el resguardo de su pueblo.
¿Qué se le pide a la Divina Providencia?
Debido al control que ejerce Dios sobre todo lo existente en la creación, y según lo escrito en los textos bíblicos sobre el significado y potestad de la Divina Providencia, podemos identificar según sus atribuciones, el tipo de peticiones que pueden hacérsele:
- Con respecto a las leyes físicas, que el Creador impartió desde el inicio de su obra, todas las criaturas tienen asignadas una función según su naturaleza y jamás desobedecerán sus mandatos, lo cual, nos indica que en los momentos de tribulación podemos pedir a la Providencia para encontrar el camino correcto e indicado para nosotros ante los ojos de Dios.
- Con respecto a las leyes morales y trascendentales con las que se inspira el hombre, se estima que Dios nos llenó de ciencia e inteligencia, y nos dio a conocer el bien y el mal, obrando constantemente en él, por lo tanto, resulta lógico pedir a la Providencia que intervenga en nuestros asuntos personales e internos, al pasar por momentos de desesperación, ansiedad, tristezas, desdichas, depresiones, tentaciones y todo aquello que nos perjudique emocional y mentalmente.
- Para la Divina Providencia no hay casualidades, todo es propiciado por su voluntad, es por ello que podemos pedirle que nos genere las oportunidades precisas para poder prosperar tanto física, mental, y espiritualmente, ayudando de esa forma a nuestra evolución dentro de los preceptos de Dios.
- Evidentemente, la influencia de la Divina Providencia puede causar cambios abruptos e inesperados en las situaciones más difíciles de solucionar, dando como resultado lo que conocemos como «milagros». Todo esto ocurre siempre bajo la voluntad de Dios y sin forzar el plan divino, por tanto, en nuestras oraciones no podemos abandonar la esperanza de pedirle para resolver todo tipo de problemas de salud, económicos, conflictos con los enemigos, sentimentales, y de cualquier naturaleza, desde la más simple hasta la más compleja.
¿Son efectivas las oraciones a la Divina Providencia?
Definitivamente, sí es muy poderosa y efectiva la oración a la Divina Providencia. Recordemos que la oración es utilizada como una petición, y escrito está que Dios quiere que le pidamos. Dice la biblia que el Señor manifiesta: «Pedid y se os dará» (Lc 11:9). Es por ello, que la oración como petición es una herramienta fundamental para la comunicación con el Creador y sobre todo para rogar por su acción benefactora a través de la providencia.
Desde siempre los creyentes han tenido claro que Dios escucha sus oraciones de manera eficiente, decía Santo Tomás sobre la constancia de la Divina Providencia y la eficiencia de la oración de súplica que: «Excluir el efecto de la oración (alegando la inmutabilidad de la providencia de Dios) equivale a excluir el efecto de todas las otras causas».
Entonces, aunque la constancia del orden divino no despoja a las demás causas de sus efectos, tampoco le quita poder a la oración. Por lo tanto, las oraciones no son efectivas porque modifiquen la disposición del plan divino, más bien, lo son porque son parte de ese plan.
Oración a la Divina Providencia
«¡Oh Divina Providencia! Que gobiernas sobre todos los destinos, eres la evidencia del propósito de Dios. No hay semilla que retoñe, gota de lluvia que caiga, rayo de sol que ilumine, que no ocurra sin que en tus libros esté escrito.
Divina Providencia que presente en la existencia estás, riges y amparas a todas las criaturas, desde el ser más minúsculo, hasta el espíritu más elevado. Postrados ante tu voluntad estamos los hijos de Dios, fieles creyentes en la sabiduría y la piedad de su voluntad.
Te imploramos que voltees tu mirada sublime hacia nosotros, para que seamos vistos con ojos de misericordia y protegidos bajo tu indulgente cuidado. Esperanzados en la fe te rogamos que sean derramados sobre nosotros, nuestro hogar, familiares, amigos, nuestras propiedades, proyectos y empleos, el beneficio de tus bendiciones y de tus favores.
¡Oh Divina Providencia! Influye positivamente en nuestras acciones, dándonos la sabiduría necesaria para tomar las decisiones de la mejor manera posible, dirigiéndonos siempre por el camino del éxito y de la prosperidad, sin causarle daño a nadie y manteniendo la humildad, llegando a disfrutar de los buenos efectos de nuestras acciones, de tal manera, que no falte el pan en nuestra mesa, ni el techo sobre nuestras cabezas, y que podamos compartir la abundancia con los que nos rodean y con cualquier otro hermano de esta Tierra que lo necesite.
Divina Providencia, asienta tus bendiciones dentro de mi hogar te lo suplico, para que se mantenga siempre la unión, el amor, la paz y tranquilidad entre todos los que allí vivimos. Propícianos un resguardo que nos ampare de los peligros, de nuestros contrarios, y del asecho del mal.
Presérvanos del pecado, no nos dejes caer en tentación. Permite que asistidos por tu beneficencia podamos ser guiados siempre en los caminos que conducen hacia el Señor, para mayor gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
¡Oh Divina Providencia! Extensión de la mano poderosa del Señor, quien ha escrito el curso de nuestros destinos con profundo amor. Padre, tú Providencia jamás se equivoca, todos tus designios están sabiamente planificados, y todo obedece a tus órdenes divinas.
Humildes y suplicantes a tus pies te imploramos que quites de nuestro camino cualquier rastro del mal, y de enfermedades físicas o espirituales que puedan trastornar el buen desenvolvimiento de nuestra vida, para poder servirte al máximo de nuestro potencial. No nos dejes sufrir largas agonías y fortalece nuestro espíritu para enfrentar la vicisitud hasta que logremos salir de ella.
Dios mío, ten misericordia ante las tribulaciones más complejas que atravesamos, y ayúdanos con tu Providencia para salir con bien de la hora amarga, en especial (hacer petición), que tu voluntad sea hoy y siempre favorable a nuestras necesidades Padre amado, haciendo que en nuestro transitar de esta vida busquemos primordialmente tu reino, siendo dignos hijos de tu bondad.
Sálvanos del pecado Divina Providencia, para que seamos dignos de alcanzar la gloria del Señor cuando llegada la hora de partir de esta Tierra, tengamos enfrentar el juicio divino por nuestras acciones. Gracias hoy y siempre por tu piadosa Providencia Señor. Amén».
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Oración a la Divina Providencia para la prosperidad
«¡Oh Divina Providencia! Fruto de la perfecta planificación del Padre de misericordia. He aquí un sumiso y suplicante hijo de Dios, que en tu Santo Nombre clama tu ayuda.
A tu gracia Divina me apego, implorando sean manifestadas las bendiciones de la abundancia en mi camino, y así, lleno de prosperidad me encuentre en cada paso y esfuerzo que haga, pues los bondadosos hemos de recoger la cosecha de la siembra, siempre que se haya hecho con bien.
Hoy encomiendo en las manos sagradas de la Providencia todo cuanto tengo y todo cuanto hago, para que con su bendición sea siempre lo suficiente para proveer a mi hogar con todo lo necesario para subsistir de una manera digna y cómoda.
Es por ello, que a la Divina Providencia ruego que el trabajo nunca me falte, así como, abundantes sean las fuerzas en mi cuerpo, que lleno de salud me permita laborar día a día, dando lo mejor de mí y aprovechando al máximo mis capacidades.
Bajo el amparo benéfico de la Divina Providencia me apego, bendiciendo en su nombre mis finanzas que han de ser abundantes para mí, para mi familia y para servir en la ayuda al prójimo que lo necesite y con quien esté a mi alcance compartir las bendiciones emanadas de la misericordia de Dios.
¡Oh Divina Providencia! Tu bendición nunca me ha de faltar en todos los sentidos de mi vida. En consecuencia, he de cumplir con el buen destino que está escrito para mí en los designios del señor. Amén».
Oración para el dinero
«Que la bendición de Dios Padre nunca nos falte, para que su Providencia nos otorgue la gracia de un buen andar y un buen vivir.
Hoy, como todos los días, damos gracias a Dios por mantenernos con el aliento de la vida que nos permite una nueva oportunidad.
Padre Creador, tú que estableciste el orden de todas las cosas con tus leyes universales. Tú eres la razón por la cual, florecen los campos, y los arboles dan frutos, eres la causa de nuestra prosperidad.
A ti, Padre Eterno te suplico que me bendigas con tu Providencia, para encontrar en mis caminos las oportunidades más convenientes para mejorar mi situación económica y consolidar mi estabilidad y firmeza.
¡Oh Divina Providencia! No me dejes pasar por el trago amargo de la miseria, ni que las deudas me agobien; procura más bien, que la abundancia llegue a mi vida, a mi hogar, a mi familia, y a mis amigos, que todo el que a mi lado esté se torne próspero, y así el dinero no falte en nuestros bolsillos ni el pan en nuestra mesa.
Divina providencia, guía nuestros pasos para que podamos servirle a Dios Nuestro Señor en sus planes de la mejor forma, compartiendo las bendiciones que recibamos con nuestros seres queridos y con todo aquel que lo necesite, de tal manera, que seamos honrados de convertirnos en un buen instrumento de la voluntad de Dios. Amén».
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Oración a la Divina Providencia para la salud
«¡Clamo a la misericordia de la Divina Providencia! Con la bendición de Dios Todopoderoso, Creador del Cielo y de la Tierra. A partir de este momento dejo mi cuerpo físico, mi espíritu y mi vida por completo en sus manos.
A la Divina Providencia me apego implorando su protección y amparo, para que en su gracia logre encontrar la fortaleza para enfrentar esta vicisitud que hoy me embarga, y que solo mi Dios Padre, podría solucionar posando su mirada piadosa sobre mi persona, que humildemente clama por sanar de esta enfermedad (hacer petición).
Solo tú, Creador de los designios del destino, puedes cambiar esta adversidad que atravieso con mi salud, pues gobernador eres de todo lo existente. Si es tu voluntad, o si es necesario que atraviese esta difícil prueba porque así está escrito en el plan divino, te pido entonces que salga lo más rápido posible de esta agonía, más fortalecido en mi fe que nunca, y con la enseñanza que esta experiencia tiene para darme.
¡Oh Divina Providencia! Influye tanto en mi cuerpo como en mi mente, para que tu energía beneficiosa revitalice mi espíritu y me anime para enfrentar las dificultades. Libérame de la desesperación, de la tristeza, del dolor y del llanto.
Que sea la Divina Providencia que tome el control absoluto de mis caminos, guiando todos mis pasos, para que pueda mantenerme siempre por los valles de la bondad y la justicia. Hoy declaro que soy una persona sana, que la salud vive en mí, que mi recuperación será pronta y que todo esto ha de pasar rápidamente, porque la Providencia de Dios obra a mi favor. Líbranos de todo mal. Amén».
Oración a la Divina Providencia para casos difíciles
«Padre de misericordia, Padre amado, hoy me encuentro bajo una gran lucha, y enfrentando un inconveniente muy difícil en mi camino, al verme imposibilitado de solucionar por mis propios medios la adversidad en la que me encuentro, por eso, desesperadamente clamo tu ayuda.
Imploro para que la Divina Providencia me favorezca, haciendo que solucione de forma positiva todo lo que me aqueja (hacer petición) permite que el curso de los acontecimientos mejoren de tal manera que, logre salir airoso de todo esto.
Dios de los Cielos, ilumíname con tu Providencia para que bajo tu amparo tome las mejores decisiones para salir de los contratiempos que agobian mi vida, haciendo que tus bendiciones y tu gracia se impregnen sobre mi espíritu.
Divina Providencia del Creador, toma el control sobre mi vida, sé tú el timón y el norte que me lleve a un buen puerto de destino, sacándome de este momento tan oscuro, donde no puedo ver con claridad, ya que, camino por sendas de tinieblas.
Convierte tu Divina Providencia en la luz brillante que me guíe en los caminos de la vida, para salir con prontitud de esta difícil prueba y en compañía de los santos y santas del Cielo, pueda resguardarme de la tentación del pecado y de todos mis contrarios, evitando todo el mal que me pudiera causar. Gracias Dios Todopoderoso, seguro/a estoy que atenderás a mi llamado. Amén».
Oración a la Divina Providencia para iniciar el año
«Pido la bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo a través de la Divina Providencia. Hoy, en primer lugar, vengo cargado/a de humildad para darte las gracias por los incontables beneficios con los que tu bondad me ha colmado.
Al despertar este año que comienza agradezco no solo en mí nombre, también lo hago por mis familiares, por mis amigos y todas las personas que me estiman, porque son infinitos los reconocimientos que debemos hacer los hijos de Dios, ante tan piadosa gracia que nos permite que la mano del Creador nos lleve hasta el buen destino que nos fue escrito con su sabiduría.
Este y todos los años de mi vida y por los siglos de los siglos me encomiendo a la Divina Providencia pues, de una forma u otra, siempre nos honras proporcionándonos los medios necesarios para la subsistencia.
¡Oh Divina Providencia! Socórrenos, asístenos, protégenos y ayúdanos a ser dignos hijos del Dios Padre, representantes genuinos de la fe, para que durante el tiempo que andemos en este mundo alabemos al Señor, glorificándolo con una buena existencia desarrollada bajo sus leyes y parámetros. Que tu bondad sea con nosotros, de manera que nunca nos falte un hogar, abrigo, alimento, trabajo, o los Sacramentos.
Recibe desde hoy en adelante todas nuestras acciones como ofrenda y sacrificio que brindamos a Dios Nuestro Señor, para poder contar durante todo este año y los que están por venir con la bendición de la Santísima Trinidad, tres personas un solo Dios y una esencia verdadera. Amén».
Rezar un Padre Nuestro, un Ave María, un Gloria y un Credo.