Novena a San Judas Tadeo
La Novena a San Judas Tadeo es una práctica que realizan los devotos del patrono de las causas imposibles y situaciones desesperadas, para intensificar sus ruegos de manera consecutiva, con la finalidad de alcanzar su intercesión en la solución de sus problemas. Estas oraciones suelen ser muy efectivas, por lo que son consideradas una forma muy poderosa para comunicarse con la espiritualidad del santo.
¿Qué es la novena de San Judas Tadeo?
Sabemos que San Judas Tadeo fue uno de los doce apóstoles que acompañaban a Jesús, a tal efecto, fue partícipe en la Última Cena y de la llegada de Pentecostés. Fue un fiel seguidor de Cristo hasta en los momentos más críticos de su crucifixión, y posteriormente, lo siguió siendo, contribuyendo con la evangelización.
Por ser considerado uno de los cristianos primigenios y fiel cumplidor de la palabra de Jesús, se sabe que es un santo con una disposición de ayuda al prójimo extremadamente bondadosa, caritativa y diligente. Esta es la razón por la que sus devotos utilizan la unión de diversos rezos durante 9 días seguidos para implorar por su valiosa ayuda con respecto a la solución de sus problemas más complejos.
Tradicionalmente la novena de San Judas Tadeo se inicia los días 28 del mes, especialmente en el mes de octubre. La forma en la que se reza la novena es una vez al día, durante 9 días seguidos. Lo más recomendable es escoger una hora específica para hacer la plegaría y mantenerla durante todo el proceso.
¿Para qué se usa?
Estos rezos se pueden hacer con la finalidad de agradecer por los favores recibidos gracias a la intercesión de San Judas. Sin embargo, usualmente se trata más de una súplica. De hecho, antes de comenzar la novena es necesario tener clara la motivación de la misma, para rezar las plegarias manteniendo una petición clara y específica.
¿Cómo rezar la novena de San Judas Tadeo?
Como su nombre lo indica, una novena consiste en realizar unas plegarias nueve veces. El tiempo de los rezos entre sí, puede variar. Es posible hacerlo a diario hasta completar el número de plegarias, o si resulta apremiante apurar el ritmo, se pueden realizar una plegaria cada 9 horas.
La novena de San Judas Tadeo puede ser realizada en privado o en grupo sin ningún problema. Así mismo, a pesar de que la costumbre sea comenzarla los 28 del mes, de ser necesario, cualquier día es oportuno para invocar el auxilio del patrón de las causas imposibles.
Novena de San Judas Tadeo
Las primeras oraciones se mantienen durante toda la ejecución de la novena:
Señal de la Cruz
«Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén».
Acto de contrición
«Jesús, mi Señor y Redentor: Yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos he ofendido a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar, y confío en que, por tu infinita misericordia, me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén».
Ofrecimiento
«Mi Señor Jesucristo, a ti ofrecemos ahora mismo nuestras oraciones. Reconociendo el vínculo tan especial que te une con Judas, tu apóstol, primo hermano y amigo. En nombre de ese amor fraternal y profunda amistad emitimos nuestros rezos para que sean recibidos por ambos, en representación de esa unión que los caracteriza. Tu sacrificio en la Cruz es y será por siempre motivo de constante de alabanza. Asístenos, acompáñanos, resguárdanos hoy y todos los días de nuestras vidas. Fortalece nuestro amor hacia Dios y hacia nuestro prójimo. Haz que estas gracias y favores por los cuales imploramos, nos sean concedidos a través de ti, que vives y reinas con el Padre, en unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén».
Oración inicial
«En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
¡Oh admirado Apóstol San Judas Tadeo, discípulo fiel y amigo del Señor Jesús! A ti clamamos como patrono en los casos difíciles e inmensamente desesperados.
Ruega e mi nombre, que soy solo un pobre pecador, ante Dios Todopoderoso, pues aquí estoy muy abatido por (hacer la petición y explicar la situación que atraviesa) auxíliame, si es para mí beneficio, para la gloria de Dios y la honra tuya.
Confiamos en que el Padre escuchará todas las oraciones ofrecidas en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo, y nos unimos en oración al Apóstol San Judas Tadeo, quien reposa en el reino de los cielos por haber triunfado sobre la muerte, gracias a la resurrección de Cristo. Unidos a las oraciones de alabanza y petición de San Judas, a Dios rezamos estas devociones, dándote mi palabra, magnífico San Judas, que me acordaré siempre de tu protección y de igual forma haré todo lo que esté a mi alcance para propagar tu contemplación. Amén».
Oración propia de la Novena
«Adorado San Judas Tadeo, por la maravillosa gracia con la que fuiste avivado durante tu vida, particularmente por la bendición de haber nacido en la familia terrenal de Jesús y por haberte convertido en un ferviente Apóstol; por esa gloria que ahora gozas en el Cielo como recompensa de tus sacrificios, tu fe y por tu martirio, intervén con piedad ante el apremiante favor que ahora necesito (haga su petición). Agradecido/a por siempre estaré ante Jesucristo Nuestro Señor y ante tú caritativa ayuda santo de mi devoción. Amén».
Letanías de San Judas Tadeo
«Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
¡Oh Dios! Padre de los Cielos, ten piedad de nosotros.
¡Oh Dios! Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
¡Oh Dios! Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
San Judas Tadeo, allegado de Jesús y María.
(Ruega por nosotros)
San Judas Tadeo, que viviendo en la Tierra fuiste merecedor de observar a Jesús y María y de regocijarte de su compañía.
(Ruega por nosotros)
San Judas Tadeo, exaltado a la dignidad de Apóstol.
(Ruega por nosotros)
San Judas Tadeo, que gozaste de la honra de observar a tu Divino Redentor doblegarse a lavar tus pies.
(Ruega por nosotros)
San Judas Tadeo, que en la última cena recibiste la Sagrada Eucaristía de las propias manos de Jesús.
(Ruega por nosotros)
San Judas, que luego del inmenso dolor que te provocó la muerte de tu amado Maestro, disfrutaste del consuelo de verlo resucitar de entre los muertos y de presenciar su gloriosa Ascensión.
(Ruega por nosotros)
San Judas Tadeo, que fuiste impregnado del Espíritu Santo en el día de Pentecostés.
(Ruega por nosotros)
San Judas Tadeo, que enseñaste el Evangelio en Persia.
(Ruega por nosotros)
San Judas Tadeo, que hiciste grandes prodigios con el poder del Espíritu Santo.
(Ruega por nosotros)
San Judas Tadeo, que devolviste la salud de alma y cuerpo a un rey idólatra.
(Ruega por nosotros)
San Judas Tadeo, que silenciaste a los demonios y confundiste sus adivinaciones.
(Ruega por nosotros)
San Judas Tadeo, que pronosticaste a un príncipe frágil una calma honorable con su poderoso enemigo.
(Ruega por nosotros)
San Judas Tadeo, que quitaste de las culebras más letales el poder de perjudicar al hombre.
(Ruega por nosotros)
San Judas Tadeo, que ignorando las amenazas de los impíos evangelizaste valientemente la palabra de Cristo.
(Ruega por nosotros)
San Judas Tadeo, que padeciste valientemente el martirio por amor a tu divino Maestro (Ruega por nosotros)
¡Oh evangelista santificado, con fervor te invocamos!
¡Oh evangelista santificado, con fervor te invocamos!
¡Oh evangelista santificado, con fervor te invocamos!
¡Oh San Judas Tadeo, esperanza del necesitado, auxíliame en mi sufrimiento!
¡Oh San Judas Tadeo, esperanza del necesitado, auxíliame en mi sufrimiento!
¡Oh San Judas Tadeo, esperanza del necesitado, auxíliame en mi sufrimiento!
Por tu intervención, los ministros y los creyentes, fieles seguidores de la Iglesia reciban un celo ardiente por la fe de Cristo.
(Te rogamos, óyenos)
Que protejas al Sumo Pontífice y obtengas la paz y la unión en la Santa Iglesia.
(Te rogamos, óyenos)
Que los infieles e incrédulos se conviertan a la verdadera fe.
(Te rogamos, óyenos)
Que la fe, la esperanza y la caridad crezca enormemente en nuestros corazones.
(Te rogamos, óyenos)
Que seamos liberados de todos los pensamientos negativos y de todas las tentaciones demoníacas.
(Te rogamos, óyenos)
Que nos reguardes de todos los pecados y de todas las oportunidades en las que pudiéramos pecar.
(Te rogamos, óyenos)
Que nos defiendas en la hora de la muerte contra la furia del demonio y de sus malvados espíritus.
(Te rogamos, óyenos)
Ruega por nosotros, para que antes de morir purguemos todos nuestros pecados con franca contrición y la correcta aceptación de los Santos Sacramentos.
Ruega por nosotros para que obtengamos un juicio favorable.
Ruega por nosotros para que seamos acogidos en la representación de los elegidos para gozar de la presencia de Dios por los siglos de los siglos.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo. Perdónanos Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo. Óyenos, Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo. Ten piedad de nosotros.
Ruega por nosotros, San Judas Tadeo.
Para que seamos dignos de las promesas de Cristo. Amén.»
A continuación, se realiza la a oración para cada día.
Primer día: La vocación de San Judas Tadeo
«San Judas Tadeo, alumno, amigo y testigo de Cristo, ruega por nosotros.
San Judas Tadeo, colmado por el Espíritu Santo fuiste bendecido en Pentecostés, ruega por nosotros.
San Judas Tadeo, tú que atiendes las imploraciones de los afligidos, ruega por nosotros.
San Judas Tadeo, tu intercesión resuelve las más difíciles tribulaciones, trayendo soluciones milagrosas, ruega por nosotros.
San Judas Tadeo, protector fiel de las causas perdidas, ruega por nosotros.
San Judas Tadeo, bendecido allegado de Jesús, ruega por nosotros.
San Judas Tadeo, glorioso protector de todos tus devotos, ruega por nosotros.
San Judas Tadeo, tú mismo auxiliaste a los enfermos, sentiste en carne propia los dolores de los afligidos, y confortaste a los desconsolados. Tú fuiste envestido con la autoridad y el poder de Jesús para hacer milagrosas acciones de bondad, sanar a los incurables, y restaurar a los incapacitados. Te pedimos que intervengas ante Cristo Nuestro Señor, para que nos llene de su gracia y reciba salud aquel que afligido lo necesite, para levantar a los espíritus caídos, y para infundir esperanza a los corazones desesperados. Amén».
Oración final para todos los días
«Oh Dios de Piedad, que nos regalaste la gracia de poder a conocer tu Santo Nombre por la misión apostólica de los evangelistas como San Judas Tadeo. Permite entonces, que su intervención nos valga para poder poner en práctica sus virtudes y expiar nuestros pecados. Por Cristo Nuestro Señor. Amén».
Segundo día: El Amor de San Judas Tadeo
«Cristo Nuestro Señor dijo: “el que tiene mis mandamientos y los guarda, ese es el que me ama y el que me ame será amado de mi Padre y yo le amaré y me manifestaré a él». Al amor del Padre nos acogemos, guardando su palabra para nuestra salvación. Te rogamos que intercedas por nosotros delante del Todopoderoso para que nos recargue con su fuerza, nos suministre la sabiduría para comprender su voluntad para nosotros, y llenos de confianza aguardemos en sus manos amorosas. San Judas Tadeo, diligente apóstol, entendido del amor de Dios y el amor hacia el prójimo, auxíliame ante mis vicisitudes, y fortalece mi espíritu para permanecer siempre bajo la gracia de Dios Padre, aguardando la misericordia hasta el final de nuestros días y así poder alcanzar la gloria de la vida eterna. Amén».
(Oración final)
Tercer día: El celo de San Judas Tadeo
«San Judas Tadeo, ejemplo del genuino celo apostólico, producto del verdadero amor hacia Jesucristo Nuestro Redentor. Eres tú quien exalta sus virtudes para mayor honra del Padre Eterno y la salvación de las almas. Llena nuestros corazones con la prédica de la palabra del Señor, y colmados de su profunda bondad, concédenos la dicha de poder disfrutar la bienaventuranza de su misericordia. Escucha nuestras plegarias que hacen un llamado por la paz y la justicia en el mundo. Que tu intervención ante el Señor permita que nos colme de valentía para defender lo correcto. Obra para que seamos hacedores efectivos que estimulan la tranquilidad, la calma y la paz como tú lo hiciste, especialmente donde hay injusticias, violencia y abusos. Amén».
(Oración final)
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Cuarto día: La Fe de San Judas Tadeo
«Acompáñanos San Judas Tadeo, para que podamos profundizar nuestro humilde entendimiento de los misterios del Señor. Sujétanos a Dios, ante quien nos presentamos humillados y sumisos a razón de nuestra fe. San Judas Tadeo, ferviente creyente, tú que practicaste un apostolado fiel y plagado de una conversión en cuerpo y alma. Testigo de la misión cumplida por Jesús, quien respondió al llamado del Padre, y por su profunda fe entregó su vida para la salvación de nuestras almas. Aguantaste tú también, el dolor físico y el abandono espiritual, y con absoluta tranquilidad aceptaste tus sufrimientos acercándote a los de nuestro Salvador Jesús, compartiendo de esa manera la redención del mundo. Ante ti oramos para salir de nuestras desdichas, abogado de las causas imposibles, porque el que en Cristo cree se fortalece y todo lo puede. Amén».
(Oración final)
Quinto día: La fortaleza de San Judas Tadeo
«San Judas Tadeo, tú que despreciaste toda alabanza jactanciosa y toda la opulencia material de este mundo apegado únicamente a tus principios de fe y sin flaquear en ningún momento. Tú que hacia el mundo te dirigiste sin vacilar para propagar la buena nueva de la palabra de Dios. Auxíliame para acercarme los más que se pueda al Dios Padre, manteniendo la entereza para resistir ante las tentaciones y librándome positivamente de las vicisitudes. Ayúdanos San judas, a servir con un corazón más bondadoso y sacrificar nuestros propios intereses por el bien de otros. Intercede por nosotros ante Jesús, quien se humilló en la cruz, como sacrificio y entrega total que nos vivifica y nos salva. Refuerza nuestro entendimiento para poder imitar con mayor precisión tu vida, convirtiéndonos en genuinos creyentes con una vida presta al servicio desinteresado hacia los demás. Amén».
(Oración final)
Sexto día: La Humildad de San Judas Tadeo
«San Judas Tadeo, aléjanos de los infames, de los orgullosos y de los ambiciosos, porque Dios ha de derribar a los arrogantes acaudalados y exaltará a los humildes. Resguárdame bajo la protección de Dios que ama y ampara al necesitado y al enfermo. Tú, querido siervo y hermano de Santiago, por tu reconocida humildad fuiste elevado al reino de los cielos, eleva ahora mis plegarias para alcanzar la resolución de mis inquietudes cuanto antes. Tú, que junto a los demás Apóstoles tanto en la Tierra como en el cielo socorren con prontitud al desvalido, no te olvides de favorecerme con tus ruegos ante el Señor, para que algún día pueda alcanzar la mirada benévola de Dios. Intercede por nosotros ante el Dios Padre para que seamos perdonados, e influencia nuestros corazones con tu bondad para que aprendamos a perdonar a las personas que nos han ofendido, librándonos así de cualquier vestigio de odio, amargura o rencor de nuestro corazón. Amén».
(Oración final)
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Séptimo día: La Mansedumbre de San Judas Tadeo
«San judas Tadeo, abnegado apóstol, aun en riesgo de muerte no permitiste que el miedo te venciera, más conservaste tu devoción y servicio al Señor, ofrecida mediante el Santo Hijo, quien a través de palabra y obra enseñó lo que significa el verdadero amor. Tú, San judas Tadeo, también ofreciste tu sangre y tu carne en sacrificio de fe, siguiendo los pasos de tu Maestro y Redentor Jesucristo. A ti ruego para que intercedas ante Dios por mi causa, para ser yo mismo/a testimonio de fe, de caridad y de esperanza de tus buenas acciones. Valiente devoto que, sin miedo a ser señalado, rechazado y finalmente martirizado, nunca declinaste en la convicción de tus creencias, por esa inmensa fortaleza te imploro que pidas al Señor que envíe al Espíritu Santo para que podamos ser verdaderos representantes del amor, del perdón y la justicia de Dios en este mundo tan corrompido e injusto. Amén».
(Oración final)
Octavo día: La Sabiduría de San Judas Tadeo
«Bienaventurado San Judas Tadeo, cuyo carácter fue forjado por la verdad en sí misma. Dichoso de haber sido educado por el Maestro de maestros, Cristo, que es amor, es verdad y vida eterna. Tú nos enseñas la gran obligación que tenemos de ir creciendo en el amor de Dios y de impulsar a nuestros hermanos por el genuino camino de la sabiduría evangélica. No permitas San Judas que permanezcamos sentados en tinieblas y sombras de muerte. San Judas, tú que el mundo recorriste para compartir la buena nueva de Jesucristo, ilumínanos con un mejor entendimiento del evangelio, para que unidos estén por siempre nuestros corazones en Cristo. Ayúdanos a vencer nuestro miedo o egoísmo para poner nuestras virtudes al servicio de los otros. Amén».
Noveno día: El Poder de San Judas Tadeo
«San Judas Tadeo, pariente y amigo de Jesús. Tú, que a su lado observaste la maravilla en sus milagrosas acciones. Le acompañaste a curar a los enfermos, aprendiste a vivir sus preceptos llenos de compasión infinita y repleto de una experiencia salvadora. Tú entendiste el poder que tiene su mensaje, la importancia de la búsqueda de la redención y la felicidad que produce la vida eterna. Intercede ahora mismo por nosotros, para que impregnados de tu caritativo fluido encontremos la salida ante la tribulación y la paz de nuestras almas. Bríndame tu cariño y amistad, el calor de tu presencia, y el poder sanador de tu espíritu amparado en la bendición de Dios Padre, hijo y Espíritu Santo. Y en vista que nada es imposible para nuestro Dios Todo poderoso, roguemos porque Él nos sane de todo malestar, aflicción y adversidad, revitalizando nuestro cuerpo y alma. Amén».
Espero te sea de ayuda la novena a San judas Tadeo, recuerda orar con mucha fe. Si te interesan las oraciones también puedes leer: